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Trabajo Social Comunitario

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Evaluación e intervención social (80.536)

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Cuad. trab. soc. 34(1) 2021: 211-221 211

Cuadernos de Trabajo Social ISSN: 1988-

dx.doi/10.5209/cuts.

ARTÍCULOS

Trabajo Social Comunitario en materia de vivienda: redefinición y desafíos a partir

de un estudio de caso

Lorena Morán Neches 1 ; Julio Rodríguez Suárez 2

Recibido: 20/04/2020; Revisado: 20/05/2020; Aceptado: 24/09/

Resumen. La vivienda, como estructura central de la sociedad y derecho básico de la ciudadanía, representa un elemento clave para una vida digna, así como para la integración social.. Su pérdida, por lo tanto, significa una carencia material y, al mismo tiempo, un proceso de ruptura que socava la estabilidad y la salud de quienes la viven en primera persona, que suele acabar sumiéndoles en la exclusión. En esta coyuntura, el Trabajo Social se presenta como un agente idóneo y necesario para la intervención, no sólo en sus consecuencias, sino también sobre sus causas. En este artículo se expone un estudio de caso centrado en una intervención, basada en las metodologías individual y comunitaria de la profesión, desarrollada en un proceso de desahucio colectivo en un pequeño poblado del norte de España. A partir de esta experiencia particular, se reflexiona acerca del papel deficitario que está cumpliendo el Trabajo Social en materia de vivienda , siguiendo la tendencia asistencialista de actuaciones puntuales que carecen de continuidad e impacto real en la raíz del problema. Se Se concluye, así, la pertinencia de poner en marcha, especialmente cuando se abordan procesos de desahucio, otras intervenciones con una perspectiva integral y comunitaria, y la necesidad de un posicionamiento profesional crítico que no pierda de vista el objetivo transformador de su práctica. Palabras clave : Trabajo Social Comunitario; desahucios; intervención social; acompañamiento; inclusión.

[en] Community Social Work in the context of housing: redefinition and challenges based

on a case study

Abstract. As a central structure of society and a basic right of citizens, housing represents a key element for a dignified life and social integration. The loss of housing therefore signifies a material deprivation and, at the same time, a process of rupture that undermines the stability and health of those who experience it first-hand, who tend to be driven into exclusion. In this context, social work is a suitable and necessary agent for intervention in terms of both the consequences and causes of housing loss. This article reports a case study focusing on an intervention based on individual and community social work methodologies, taking place as part of a mass eviction process in a small settlement in the north of Spain. The article uses this particular experience to reflect on the deficient role that social work is playing in housing matters, following the care-based trend of one-off actions that lack continuity and fail to truly address the roots of the problem. The conclusion is that particularly in the context of eviction process, it is appropriate to set in motion other interventions from a comprehensive and community perspective. There is also a need for critical professional positioning that does not lose sight of the transformative objective of practice. Keywords : Community Social Work; evictions; social intervention; support; inclusion.

Sumario: Introducción. 1. Marco teórico. 1. Trabajo Social Comunitario. 1. Vivienda y Trabajo Social. 2. Actuación en el poblado de La Camocha: un estudio de caso. 2. Contextualización. 2. Aproximación metodológica. 3. Qué se hizo desde el Trabajo Social. 3. Diagnóstico social. 3. Acompañamiento. 4. Qué se debería hacer desde el Trabajo Social. 4. Actuación desde las instituciones. 4. Actuación desde lo cotidiano. 5. Conclusiones. 6. Referencias bibliográficas.

Cómo citar: Morán Neches, L.; Rodríguez Suárez, J. (2021) Trabajo Social Comunitario en materia de vivienda: redefinición y desafíos a partir de un estudio de caso. Cuadernos de Trabajo Social , 34 (1), 211-221.

1 Universidad de Oviedo. España moranecheslorena@gmail 2 Universidad de Oviedo. España juliorod@gmail

Introducción

A pesar de estar reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos desde el año 1948, en España el derecho a la vivienda si- gue representando un problema de gran mag- nitud escasamente visibilizado (Juan, 2010). Esto se refleja, en primer lugar, en el hecho de que no exista un consenso en la cifra a la que asciende el número de personas sin hogar en nuestro país. Mientras que la Estrategia Nacional Integral para Personas Sin Hogar 2015-2020 situaba esta cifra en 33 perso- nas (MSSSI, 2016), entidades como Cáritas estiman atender a más de 40 personas en situación de calle en todo el territorio nacio- nal (Cáritas, 2019). Por otra parte, haciendo equilibrios sobre la línea que delimita el margen entre la inclusión y la exclusión social, se encuentran los cientos de miles de familias amenazadas con procesos de desahucio cada año, muchas de las cuales entran directamente en la exclusión cuando es- tos se hacen efectivos. Según datos del Conse- jo General del Poder Judicial, en 2019 fueron iniciadas 27 ejecuciones hipotecarias a vi- viendas en España, practicándose tan sólo en el cuarto trimestre del año 13 desahucios, tanto hipotecarios como de alquiler (CGPJ, 2020). Esta pérdida de vivienda despunta en 2007, con la crisis económica, y termina por desahuciar en los seis años posteriores a más de 150 familias, tendencia que continúa en aumento hasta la actualidad, alcanzando su punto más alto en el segundo trimestre de 2019 (INE, 2020). Esta situación, además de tener como consecuencia la propia pérdida material de la vivienda, acarrea en sus protagonistas efectos negativos de carácter tanto personal y emocional, como social (Palma y Ruiz, 2016), formando parte de un proceso fulminante ha- cia la vulnerabilidad y la exclusión social (Na- varro, 2005). Este proceso no se inicia con el propio desalojo, sino que se proyecta desde los momentos en que, bajo una precariedad ya es- tructural, que en muchos casos nace de la rup- tura de una situación laboral estable, la ciuda- danía comienza a ver en riesgo la posibilidad de mantener cubiertas sus necesidades básicas, entre las que se encuentra ésta (Sabater y Giró, 2015). Por todo ello, el Trabajo Social, en su di- mensión tanto teórica como práctica, tiene una responsabilidad ineludible que asumir en esta materia, antes, durante y después de la mate-

rialización del desahucio, pues si una parte del objeto de esta profesión está clara es el hecho de ubicarse a lo largo de todo el proceso de vulnerabilidad social.

1. Marco teórico

1. Trabajo Social Comunitario

Hace más de medio siglo que en España se de- sarrollan acciones comunitarias de diversa ín- dole, y el doble de tiempo desde que comenzó a hablarse de la acción y el trabajo en la comu- nidad de forma más general, y, sin embargo, se puede afirmar que este tipo de prácticas no han entrado en auge hasta los últimos años (Úcar, 2009). En concreto, de acuerdo con Marchio- ni (2014), el Trabajo Social ha sido la primera disciplina en identificar un ámbito de interven- ción en lo comunitario, además de en lo grupal y en lo individual. A pesar de que en la tra- yectoria histórica del desarrollo de la profesión haya predominado la última de estas líneas de intervención y de que otras disciplinas hayan incorporado en su trabajo el ámbito comunita- rio desde una mirada sectorial, para el Trabajo Social la comunidad ha de ser el sujeto activo de sus procesos de cambio a través del forta- lecimiento de sus redes sociales, en transfor- mación junto a la propia sociedad (Rodríguez, 2016). Si ya definir el objeto del Trabajo Social de forma general supone una ardua tarea, el Trabajo Social Comunitario es en la misma o mayor medida inespecífico, básico y amplio en su definición. En cada situación y contex- to la intervención será específica y particular a esa realidad y a sus actores, no limitándose a la “marginalidad”, vulnerabilidad o exclu- sión social, sino asumiendo desde un primer momento que “la intervención comunitaria es necesaria y potencialmente realizable en cual- quier territorio/comunidad” (Marchioni, 2014, p. 115). Así:

El Trabajo Social Comunitario, orientado al desarrollo humano, enfatiza las fuerzas, las capacidades y los recursos de las personas, las familias, los grupos y las comunidades para desarrollar todas sus potencialidades y gene- rar mecanismos personales, institucionales y ambientales de prevención y resolución de si- tuaciones de dificultad (Pastor-Seller, 2004, p. 108).

derivación sino como instrumento preventivo que se anticipe y forme parte de esa interferen- cia intencionada que constituye la intervención social” (Cortés y Navarrete, 2009, p. 49). Esto implica que hoy en día todas las actuaciones en materia de vivienda (al igual que sucede en el Trabajo Social en general) deberían tener como objetivo final una verdadera inclusión de las personas objeto de nuestras intervenciones en la sociedad. Se parte de la premisa de que un desahu- cio no es un hecho aislado que se produzca de manera puntual, sino que “procede de un declive económico, de un desgaste humano y familiar, y supone la pérdida de derechos bá- sicos” (Lima, 2013, p. 10), mermando las ex- pectativas de futuro de quien lo sufre y con- virtiéndolo desde el inicio del proceso en un sujeto vulnerable (Sabater y Giró, 2015). Esto hace que su abordaje deba basarse en propues- tas y alternativas que habrán de formularse de forma rápida, dada la urgencia propia de este tipo de situaciones. Por ello, se puede señalar a los Servicios Sociales de base como elemento clave en la intervención de la profesión en ma- teria de vivienda. Ya sea desde las instituciones o desde el tejido asociativo, el Trabajo Social en esta materia desarrolla “funciones de información y asesoramiento, estudio sobre la situación social, familiar, laboral y económica, deriva- ción y coordinación, promoción, planificación y gestión, y, además, se está potenciando las funciones de evaluación e investigación” (Ba- rranco et al. , 2010, p. 102). Así mismo, existen manuales de procedimientos o protocolos de actuación en procesos de desahucio en muchas Comunidades Autónomas (entre ellas, el Prin- cipado de Asturias, donde se ubica el caso ob- jeto de análisis del presente artículo), los cua- les incluyen perspectivas holísticas que tienen en cuenta tanto la prevención, el acompaña- miento y la mediación en el proceso, como el modelo de intervención en crisis. No obstante, su puesta en práctica suele centrarse de mane- ra exclusiva en la búsqueda de una alternativa habitacional o en la gestión de prestaciones económicas extraordinarias de forma reactiva, con la crisis de vivienda pública que acompaña (Juan, 2012), desatendiendo en cierta medida el resto del proceso más allá del propio des- alojo y las dimensiones que en estas situacio- nes entran en juego, con las consecuencias que todo ello tiene para sus protagonistas.

2. Actuación en el poblado de La Camocha: un estudio de caso

2 Contextualización

El presente estudio de caso se ubica en una comunidad rural a las afueras de la ciudad as- turiana de Gijón: La Camocha. Este poblado, nacido a mediados del pasado siglo, se crea en torno a la explotación hullera que le dará nombre, Mina La Camocha, siendo la propia empresa quien construirá, junto al Instituto Nacional de Vivienda, los bloques en que de- sarrollarán sus vidas durante décadas los traba- jadores de esta mina y sus familias. Es precisa- mente de estas viviendas de las que se trata de desalojar a 37 familias del poblado tras más de 50 años de vida en ellas. Desde que la empresa quebró hace más de una década, dejando a su paso innumerables deudas, la administración concursal encargada de liquidar los bienes de la extinta sociedad mantiene iniciado un proceso de desahucio contra las familias que habitan el último blo- que construido por la misma. Tras residir en ellas con un contrato en régimen de alquiler vitalicio entre los trabajadores y su empresa, esta administración se dirige a parte de esta comunidad, especialmente a las viudas de los antiguos empleados, para ofrecerles la elec- ción entre un precio de compra desorbitado o el desalojo de sus viviendas (incluidas dentro de los bienes que se quieren liquidar), motivo por el que la vecindad ni puede ni está dispues- ta a afrontar esta cantidad para su adquisición en propiedad, pues la consideran excesiva y ya desembolsada de forma progresiva con su mantenimiento (Morán-Neches y Rodrí- guez-Suárez, 2020). Se trata de una comunidad muy envejecida con un volumen de población en disminución desde inicios de siglo que, a uno de enero de 2019 contaba con 1 habitantes, 683 muje- res y 610 hombres (INE, 2020), de forma que la mayor parte de las vecinas, mujeres en su mayoría, tienen entre 70 y 80 años. Casi todas ellas llegaron al poblado con el crecimiento de Mina La Camocha alrededor de los años sesenta del pasado siglo, desarrollando desde entonces sus vidas allí, en una barriada mine- ra marcada por la necesidad económica y los fuertes lazos de unión y solidaridad entre sus vecinos que se han venido debilitando en los últimos años.

En este contexto, y a partir de este caso par- ticular (un proceso de desahucio poco común en nuestro país), se ubica la presente reflexión, cuya finalidad no es mostrarse como un ma- nual de buenas prácticas, sino como un estudio de caso del que surge una revisión del papel que en esta comunidad está jugando y debería jugar la profesión del Trabajo Social desde la que se realiza esta intervención. Cabe aclarar, antes de comenzar con la ex- posición de la intervención profesional desa- rrollada, que este proceso de desahucio en que se encuentran inmersas 37 familias del pobla- do de La Camocha se encuentra aún sin resol- ver en el momento de la redacción del presente artículo, acrecentándose la incertidumbre en sus protagonistas y continuando con ello las actuaciones expuestas a continuación.

2. Aproximación metodológica

Como venimos viendo, este artículo tiene su origen en las reflexiones generadas a partir de una intervención profesional surgida de forma más o menos espontánea, por lo que, como es propio del trabajo con comunidades (Barbero y Cortés, 2005), los objetivos han ido confor- mándose y reformulándose durante el desarro- llo del proceso. No obstante, la intervención ha girado en todo momento alrededor del objeti- vo general de alcanzar una resolución positiva para las vecinas del poblado de La Camocha del conflicto de vivienda allí vivido. Esto se llevó a cabo a través de dos de las principales técnicas en el ejercicio de la profesión: el diag- nóstico social, y su dimensión comunitaria, y el acompañamiento, por parte de dos trabaja- doras sociales vinculadas a la Asociación Veci- nal de la parroquia, quienes diseñaron, planifi- caron y pusieron en marcha las acciones profe- sionales desarrolladas contando, más adelante, con el apoyo de entidades como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. El proceso de acción se inicia en el primer trimestre del año 2018, alargándose hasta la actualidad. No se trata, por lo tanto, de una intervención pro- fesional formalizada desde las instituciones, sino de una actuación planteada y ejecutada por profesionales, individuos y colectivos del tejido asociativo de la comunidad. De este modo, la principal finalidad de este artículo consiste en realizar una reflexión so- bre los desafíos que presenta el Trabajo Social en materia de vivienda a partir de los siguien- tes objetivos específicos: analizar el presente

proceso de desahucio y las actuaciones que se están llevando a cabo desde el Trabajo Social; extrapolar los resultados obtenidos a otros contextos o situaciones para reflexionar y dar claves sobre el papel del Sistema Público de Servicios Sociales en procesos de pérdida de vivienda y desahucio; y analizar y redefinir, en concreto, la importancia del Trabajo Social Comunitario en estas cuestiones.

3. Qué se hizo desde el Trabajo Social

3. Diagnóstico social

El acercamiento a la realidad de las vecinas de La Camocha se realiza tras el contacto de la Asociación Vecinal, informando de la situa- ción y solicitando apoyo en su gestión. Así, el primer encuentro con sus protagonistas tiene lugar asistiendo a una de las asambleas que las personas afectadas y esta asociación venían realizando de forma periódica para mantenerse en contacto e informadas de las novedades. En este encuentro se realizan las presentaciones y se escucha el relato de su situación por parte del representante de la Asociación de Vecinos, así como de alguna de las afectadas sobre su vivencia particular de la situación, sirviendo de informantes clave para tomarle el pulso al barrio (Hernández y Sánchez, 2008). Una vez conocido el terreno y diseñado de forma general el diagnóstico colectivo de su coyuntura, primer paso de la intervención tras el conocimiento de la realidad, desarrollado a partir de la observación y la entrevista como principales técnicas (Vélez, 2003), se decidió conocer las diferentes particularidades dada la diversidad existente dentro de las situaciones de cada familia y sus problemáticas añadidas, pues el diagnóstico es una parte especialmen- te relevante para el análisis del Trabajo Social comunitario (Lorente y Zambrano, 2010). De esta forma, se fueron realizando progresiva- mente entrevistas domiciliarias a cada una de las unidades familiares afectadas que se mostraron dispuestas e interesadas en ello. Con esta información se elaboró un Informe Social de cada familia, incluyendo los datos descriptivos de su composición, datos de ca- rácter formativo/laboral, sanitario, económico, social (redes de apoyo formales e informales) y relacionados con la vivienda, concluyendo los diferentes factores de riesgo y protección presentes en cada caso.

al derecho de acceso a una vivienda digna se dispone más allá de situaciones particulares y debe ser entendida desde un sentido más am- plio que incluya al conjunto de la ciudadanía. Esta responsabilidad obliga a las administra- ciones, entre las que se encuentra el Sistema Público de Servicios Sociales, a implementar políticas sociales de vivienda, dado que, de no ser así, generaría un aumento en los costes a nivel económico, personal y social que estas situaciones de riesgo o privación suponen (Pé- rez, 2008). A pesar de ello, y centrándonos en las situa- ciones de desahucio en progresivo incremento en nuestro país durante la última década, se percibe una insuficiente actuación por parte del Trabajo Social desde las instituciones en un sistema no preparado, o interesado, para abordar de forma eficiente esta realidad. Así lo refleja Barriga (2012) al afirmar que desde los Servicios Sociales no se han dado respuestas ágiles y que “el poco desarrollo, coherencia y uniformidad de muchos de nuestros servicios y prestaciones para situaciones así” (p. 32) nos han hecho incapaces de actuar de forma precisa. Las respuestas ofrecidas, como he- mos podido vislumbrar, se han limitado a la información y escucha de los y las usuarias o a la búsqueda de alojamientos alternativos de emergencia, no integrándose estas intervencio- nes en una red más amplia ni en las políticas de bienestar generalizadas (García, 2011). Esto ha provocado también que, de forma recurrente, unos Servicios Sociales desborda- dos hayan “dado salida” a parte de esta deman- da redirigiéndola hacia diferentes colectivos, asociaciones o, como es ya habitual, el Tercer Sector de Acción Social, desde las entidades tradicionales (Cruz Roja, Cáritas, Banco de Alimentos...), que también están desbordadas, hasta las nuevas iniciativas, surgidas precisa- mente para tratar de dar solución a esta reali- dad, como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (Alberich y Amezcua, 2016). De esta forma, las actuaciones de los Servicios So- ciales Municipales, de forma general, no han resultado mucho más que actuaciones puntua- les y reactivas que no trabajan sobre la raíz del problema, algo detectado incluso por los/ as propios/as profesionales de base, quienes detectan la necesidad de recuperar el acom- pañamiento como concepto y como práctica (Jaraíz, 2012). De nuevo nos encontramos ante la utilización de viejas respuestas para nuevos problemas.

Por ello abogamos porque los Servicios Sociales intervengan en este tipo de casos a lo largo de todo el proceso, y no sólo en su etapa final, es decir, antes de que se produzca el des- alojo para acompañar y asesorar en la medida de lo posible y contribuyendo a su paralización, así como en la búsqueda de un alojamiento al- ternativo cuando no exista otra opción, termi- nando con un acompañamiento a posteriori para ayudar a esas familias en el reajuste de su situa- ción (Arredondo, 2017). Sin embargo, detener un desahucio no es algo que esté únicamente en la mano de una trabajadora social de base, sino que para lograrlo es imprescindible trabajar de forma coordinada con otras administraciones públicas, así como, tal y como veíamos en el estudio de caso presentado, agentes de la co- munidad a nivel asociativo con experiencia en la materia (Barriga, 2012; García y Martínez, 2018). Es por esto por lo que en este espacio se trata de dar valor al peso que el Trabajo Social, en su vertiente de acción comunitaria, puede tener en este tipo de procesos, colaborando y mediando entre todos los actores y agentes que entran en juego en la situación, permitiendo unificar sinergias y compartir recursos (Pastor Seller, 2013), siempre desde una perspectiva que vaya más allá de la necesaria atención indi- vidual a la que el devenir de la práctica profe- sional cotidiana nos dirige.

4. Actuación desde lo cotidiano

La simple propuesta de posicionarse e inter- venir para contribuir a la paralización de un desahucio puede ser vista por parte de algunos profesionales del Trabajo Social como una ac- tuación fuera de lugar e, incluso, de los márge- nes de la profesión. Sin embargo, tanto desde la práctica profesional como desde la discipli- na teórica, el Trabajo Social ha estado caracte- rizado por llevar implícita una tarea de denun- cia y transformación social, tal y como afirma Lima (2013). Aquello que García y Martínez (2018) denominan “la politización del males- tar” supone renunciar a ciertos privilegios u, hoy en día, comodidades profesionales, para reflexionar y analizar las relaciones de poder existentes hacia la alianza con quienes más su- fren la marginación, violencia y desigualdad estructurales, esto es, interiorizar una forma política y crítica de hacer Trabajo Social. De- nunciar activamente las vulneraciones de de- rechos de las que seamos testigos incluye no “permanecer impasibles ante actuaciones de

embargo, desahucio y privación que, por mu- cho que se amparen en la ejecución del Dere- cho positivo, puedan constituir a los Derechos Humanos” (Barriga, 2012, p. 35), hacer visible lo invisible desde la reflexividad (Lorente y Zambrano, 2010). Intervenir en políticas de vivienda, por lo tanto, debe suponer un reto para superar lo rea- lizado hasta el momento, generando capital so- cial para el reforzamiento de los vínculos de in- serción comunitaria especialmente a nivel local (Rodríguez, 2016) y ejerciendo un papel activo dentro del Trabajo Social reflexivo (Lorente y Zambrano, 2010). De lo contrario se seguirán reproduciendo los antiguos, aunque aún (y qui- zás cada vez más) presentes modelos prestacio- nistas que, lejos de generar cambios en la reali- dad de las personas, cronifican y multiplican las consecuencias que en ellas tienen este tipo de procesos (Juan, 2010) bajo clasificaciones para adaptarlos a los recursos establecidos.

Ante esto hay que observar cuál es el propó- sito de hacia dónde van dirigidas las prestacio- nes sociales, si hacia la transformación social, detectar fisuras en las que proponer mejoras al Estado de Bienestar, o a repartir subsidios para calmar la situación (Romero, 2016, p. 2).

Para pasar de la planificación social a la acción social y dejar atrás la pasividad, la as- piración de los y las profesionales debe con- llevar el localizarproactivamente los casos de dificultad, conocer la realidad, especialmente en un ámbito en que dar una respuesta rápida es vital. Precisamente ante un problema social de dimensiones estructurales como lo es un des- ahucio se hacen necesarias prácticas profesio- nales que alejen del hegemónico discurso indi- vidualista y culpabilizador la vivencia de estas situaciones (Juan, 2012). Desde quien vive en primera persona el desahucio hasta la vecindad que ve sustituirse a una familia por una tapia, en estos procesos se evidencia de forma espe- cial la soledad a la que destierra la desestruc- turación de las redes de protección social y co- munitaria, tanto informales como de respuesta.

¿No habrá llegado el momento de salir del despacho, y darle el valor y la potencia de trans- formación, capacitación y empoderamiento que tiene el trabajo comunitario, no solo en su ver- tiente territorial, sino en su capacidad de mo-

vilizar comunidades de afectación? (García y Martínez, 2018, p. 86).

Coincidiendo con estos autores, incidimos en la necesidad de intervenir integrando la di- mensión individual y comunitaria, micro y ma- crosocial, atendiendo a la raíz del problema y no solamente a sus síntomas y consecuencias.

5. Conclusiones

A partir del presente estudio de caso se ha podido ver cómo trayectorias marcadas por la falta de vínculos de solidaridad, y sumidas por ello en la vulnerabilidad social, se han ido reconfigurando a partir de la creación de una reducida red de apoyos que ha servido como principal impulso para luchar contra el proceso de desahucio vivido. Esta realidad, que cada vez afecta a segmentos más amplios y diversos de la población, refleja la creciente fragilidad que de forma generalizada están sufriendo las condiciones de vida en nuestra sociedad y pre- cisa de políticas y estructuras de protección so- cial que puedan dar respuesta a las necesidades que de estos procesos se puedan derivar. De esta forma, la intervención en materia de vivienda no puede realizarse dejando a un lado el contexto en que la persona afectada se encuentra, y con ello las problemáticas socia- les añadidas que pueda arrastrar, sino que se precisa de intervenciones integrales e integra- doras que se alejen de las actuaciones que el Trabajo Social “de oficina” tiende a desarro- llar. Es precisamente aquí donde se evidencia la necesidad de un cambio de paradigma en la intervención, pasando de técnicas y perspec- tivas del clásico Trabajo Social de Casos a una mayor utilización del acompañamiento o la mediación, entendidas desde el trabajo con comunidades, esto es, como herramientas de acción que van más allá de lo particular. Así nos encontramos ante el reto que esta profesión tiene con los procesos de desahucio en que entran en juego tal diversidad de dimen- siones y cuya responsabilidad no puede evadir ni derivar hacia otras administraciones o sec- tores de la población (formales e informales). Esto implica centrar la mirada en las posi- bilidades que la intervención con comunida- des, cuyos límites y márgenes aún están por definir, puede tener, integrando los sectores micro y macrosocial y haciéndolo desde la colaboración y coordinación con otras admi-

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Trabajo Social Comunitario

Assignatura: Evaluación e intervención social (80.536)

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211Cuad. trab. soc. 34(1) 2021: 211-221
Cuadernos de Trabajo Social
ISSN: 1988-8295
http://dx.doi.org/10.5209/cuts.68947
ARTÍCULOS
Trabajo Social Comunitario en materia de vivienda: redefinición y desafíos a partir
de un estudio de caso
Lorena Morán Neches1; Julio Rodríguez Suárez2
Recibido: 20/04/2020; Revisado: 20/05/2020; Aceptado: 24/09/2020
Resumen. La vivienda, como estructura central de la sociedad y derecho básico de la ciudadanía, representa un
elemento clave para una vida digna, así como para la integración social.. Su pérdida, por lo tanto, significa una carencia
material y, al mismo tiempo, un proceso de ruptura que socava la estabilidad y la salud de quienes la viven en primera
persona, que suele acabar sumiéndoles en la exclusión. En esta coyuntura, el Trabajo Social se presenta como un agente
idóneo y necesario para la intervención, no sólo en sus consecuencias, sino también sobre sus causas. En este artículo
se expone un estudio de caso centrado en una intervención, basada en las metodologías individual y comunitaria de
la profesión, desarrollada en un proceso de desahucio colectivo en un pequeño poblado del norte de España. A partir
de esta experiencia particular, se reflexiona acerca del papel deficitario que está cumpliendo el Trabajo Social en
materia de vivienda , siguiendo la tendencia asistencialista de actuaciones puntuales que carecen de continuidad e
impacto real en la raíz del problema. Se Se concluye, así, la pertinencia de poner en marcha, especialmente cuando se
abordan procesos de desahucio, otras intervenciones con una perspectiva integral y comunitaria, y la necesidad de un
posicionamiento profesional crítico que no pierda de vista el objetivo transformador de su práctica.
Palabras clave: Trabajo Social Comunitario; desahucios; intervención social; acompañamiento; inclusión.
[en] Community Social Work in the context of housing: redefinition and challenges based
on a case study
Abstract. As a central structure of society and a basic right of citizens, housing represents a key element for a dignified
life and social integration. The loss of housing therefore signifies a material deprivation and, at the same time, a process
of rupture that undermines the stability and health of those who experience it first-hand, who tend to be driven into
exclusion. In this context, social work is a suitable and necessary agent for intervention in terms of both the consequences
and causes of housing loss. This article reports a case study focusing on an intervention based on individual and
community social work methodologies, taking place as part of a mass eviction process in a small settlement in the
north of Spain. The article uses this particular experience to reflect on the deficient role that social work is playing in
housing matters, following the care-based trend of one-off actions that lack continuity and fail to truly address the roots
of the problem. The conclusion is that particularly in the context of eviction process, it is appropriate to set in motion
other interventions from a comprehensive and community perspective. There is also a need for critical professional
positioning that does not lose sight of the transformative objective of practice.
Keywords: Community Social Work; evictions; social intervention; support; inclusion.
Sumario: Introducción. 1. Marco teórico. 1.1. Trabajo Social Comunitario. 1.2. Vivienda y Trabajo Social. 2. Actuación
en el poblado de La Camocha: un estudio de caso. 2.1. Contextualización. 2.2. Aproximación metodológica. 3. Qué se
hizo desde el Trabajo Social. 3.1. Diagnóstico social. 3.2. Acompañamiento. 4. Qué se debería hacer desde el Trabajo
Social. 4.1. Actuación desde las instituciones. 4.2. Actuación desde lo cotidiano. 5. Conclusiones. 6. Referencias
bibliográficas.
Cómo citar: Morán Neches, L.; Rodríguez Suárez, J. (2021) Trabajo Social Comunitario en materia de vivienda:
redefinición y desafíos a partir de un estudio de caso. Cuadernos de Trabajo Social, 34(1), 211-221.
1 Universidad de Oviedo. España
moranecheslorena@gmail.com
2 Universidad de Oviedo. España
juliorod@gmail.com