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LA Personalidad- John Welwood

Prof. Feuchtmann
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Psicología de la Personalidad

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LA PERSONALIDAD John Welwood del o El desarrollo y espiritual gira en torno a lo que creemos ser y al modo como protegemos nuestra identidad, el elemento fundamental del bienestar y de la espiritual. Por que pueda parecer, tenemos pocas cosas que decir sobre nuestra personalidad porque, en el momento en que empezamos a cobrar conciencia de ella en la adolescencia, se halla ya firmemente establecida. es la que mantenemos con esa forma que se ha desarrollado en nuestro interior? tratar a nuestra personalidad condicionada como un en el camino del desarrollo espiritual y, en consecuencia en como una acaso afirman ciertas tradiciones no se trata de un error arbitrario sino, muy al contrario, de un hito muy importante en el camino del desarrollo espiritual? Si nos cuenta de las cualidades y la inteligencia que se ocultan en las facetas y de nuestra personalidad no desembarazarnos de ella para alcanzar una espiritual que la trascendiese. En tal caso, las facetas limitadas de la estructura de nuestra personalidad nos todo lo que necesitamos para proseguir nuestro camino hacia la ya que, al igual que la personalidad, pueden convertirse en una herramienta que nos ayude a cobrar conciencia de las cualidades profundas de nuestro ser esencial. La agresividad Durante toda su infancia. Tara experimentado una gran falta de afecto y de contacto, y para sobrevivir acabado adoptando una actitud dura e independiente que proclamar a los cuatro vientos: necesito a nadie. Yo sola puedo cuidar de Sin embargo como siempre ocurre, en una u otra medida, con todas las pautas de personalidad, tiempo su desmesurada independencia disfuncional porque le recibir el afecto de los lo cual no sino alentar la y condenarla al sufrimiento. Poco antes de cumplir los treinta Tara en una comunidad espiritual que consideraba al ego como un para la espiritual y que, en consecuencia, todos sus esfuerzos a machacarlo. Esa comunidad cultivaba una forma colectiva de pass espiritual que menospreciaba las necesidades y preocupaciones personales, al tiempo que trataba de implantar en sus miembros una identidad espiritual Es por esta por lo que los de la comunidad adoptaron una actitud agresiva hacia la excesiva de Tara que ella de buen grado, convencida, como estaba, de que sus viejas pautas eran un para su desarrollo espiritual. Pero, en el mismo momento en que a su actitud distante, todo contacto con la fuente de su poder, su voluntad y su Cuando, finalmente, la comunidad Tara era completamente incapaz de hacer frente a la vida cotidiana y se vio obligada a emprender un largo proceso de para el que varios de terapia. Para erigir una identidad independiente y fuerte que le permitiera superar las condiciones de su infancia. Tara se visto obligada a desarrollar su fortaleza. Tal vez otra persona hubiera reaccionado ante la adversidad en la o la huida, pero ella supo encontrar en su interior los recursos necesarios para seguir adelante. Es cierto que, de ese modo, su identidad se vio amordazada y pero no es menos que la fortaleza era una de sus cualidades notables. Por esta misma en el mismo momento en que se al ataque de la comunidad, el contacto con su poder y con su voluntad. Son muchos los terapeutas y maestros espirituales que creen que el camino de la requiere la de la Hay veces en que esta es flagrante (como en el caso de Tara), mientras que hay otras en que se manifiesta de formas mucho sutiles, pero el mensaje en ambos casos es el mismo: mejor si fueras La personalidad es una forma congelada de nuestra verdadera naturaleza y constituye, por decirlo, el combustible necesario para el proceso del despertar. En este sentido, la de las facetas anquilosadas de nuestra personalidad proporciona la necesaria para reactivar las estructuras yoicas excesivamente Por esto, todo ataque a la personalidad acaba despojando al individuo de los recursos con que cuenta para realizar su viaje hacia el despertar. Atacar a la personalidad no hace que separamos de la inteligencia que se oculta en ella. Estos ataques alientan el miedo y las resistencias que impiden el avance, al tiempo que sumen a la persona en la incapacidad y la dependencia. El intento de desarticular la personalidad aumenta la el conflicto y la interna que constituyen el rasgo distintivo del ego. Para que la personalidad no se enquiste y se convierta en una sino que, muy al contrario, sirva de hito en el camino, es necesario aprender a trabajar con nosotros mismos tal cual somos, de todo reproche y agresividad. Esas son las condiciones que permiten que la estructura de nuestra personalidad se abra y de su interior broten las cualidades esenciales del ser. Parafraseando al maestro tibetano de Trungpa en cierta usted limpia su tetera, la tetera se convierte, para usted, en su camino hacia el decir que: usted trabaja con la estructura de su personalidad, la estructura de su personalidad se convierte, para usted, en su camino hacia el Para convertir a su personalidad en un camino, Tara tuvo que renunciar a todo intento de cambiarla y trascenderla prematuramente y comenzar a investigar con detenimiento su desmedida independencia, tratar de comprenderla y relacionarse con ella de un modo directo. Entonces fue cuando a darse cuenta de que su extrema dureza sido una forma de cuidar de misma y de que, bajo ella, se ocultaba una gran vulnerabilidad e inseguridad. Y ese descubrimiento le el camino para comprender y cuidar sus facetas vulnerables y tratarse con benevolencia, una actitud que la a recuperar su fortaleza y a reconocer su lado amable y, en consecuencia las facetas amables de los La de la identidad En el momento del nacimiento todos nosotros estamos en contacto con ciertas cualidades innatas que nos preceden y se hallan entretejidas en la misma estructura de nuestra personalidad. Las distintas tradiciones se refieren a estas cualidades con nombres muy distintos. Los sistemas y por ejemplo, hablan de elementos tales como la tierra, el fuego, el agua y el aire. El sufismo, por su parte, se refiere a capacidades como la voluntad, la paz, el conocimiento, la la y la fuerza, y las asocia a distintos centros corporales y distintos colores (en este caso blanco, negro. verde, amarillo v rojo. respectivamente). El budismo mahayana menciona ciertas cualidades humanas esenciales que todos poseemos de forma potencial, pero que pueden ser cultivadas, como la generosidad, la paciencia, la capacidad de esfuerzo, la presencia atenta, la el discernimiento, la disciplina, el poder y la El budismo tibetano, por habla de cinco la ecuanimidad, la lucidez, la eficacia, la amplitud del espacio y la a las que asocia con distintos colores y elementos. Se trata, en todos estos casos, de cualidades humanas que no son privativas de nadie y que emergen de manera natural con una intensidad y distintas en cada individuo. Para comprender el modo como nuestra personalidad se sirve de estas cualidades o capacidades revisar ocurre con los que, en su extrema vulnerabilidad, mantienen una bastante leve con la existencia. Desde el mismo momento en que nacemos, todos nos vemos obligados a afrontar de un modo u otro la de la existencia frente a la Es por esto por lo que la falta de afecto o de cuidado u otros problemas de quienes nos acogieron representa una poderosa amenaza a la existencia del porque pone en peligro su supervivencia, su misma existencia o Poco importa haya sido la historia de nuestra infancia, porque todos nosotros estamos inevitablemente condenados a tropezar, pronto o tarde, con lo que el budismo denomina las tres marcas de la existencia: el dolor o la impermanencia y la falta de una identidad y definida. El ser humano se diferencia del resto de los animales en que no existe fija alguna sobre el modo de ser humano y bien poco acerca del modo de conocernos y de ser nosotros mismos. Y ello significa que nuestra vida se halla inevitablemente ligada al miedo a la un miedo que pone en marcha nuestro peculiar proyecto de identidad que aspira a convertimos en algo sustancial, estable, predecible y real. De un modo u otro, casi todo ser humano descubre, en su infancia, amenazas reales o percibidas a su bienestar, seguridad y supervivencia. Y puesto que en esa el carece de la capacidad de reflexionar sobre mismo capacidad de verse y conocerse objetivamente, la capacidad de permanecer consciente de su necesita que los adultos le apoyen y reflexionen por Pero, cuando el no se siente visto, reconocido. amado o bienvenido por su familia o por la sociedad, ocurre algo parecido a cuando miramos en un espejo y no vemos a nadie, una que va de la de deficiencia y de miedo vez yo no sea Cierta mujer desarrollado la estrategia de agradar a los y una gran ansiedad cuando no lo Pero esa maniobra encerraba el deseo de ayudar, algo que a desarrollar para tratar de aportar cierta luz a los miembros infelices de su familia. De hecho, era una mujer que una gran luz dentro de el problema era que se identificado con el de la y acabado creyendo que, de no hacerlo, el riesgo de desmoronarse. Una mujer que desarrollado el de mentir a sentir que su vida entera era una impostura, una estrategia que a desarrollarse en su infancia cuando se internamente buena y no por sus padres no la y a mentir para protegerse de sus Un hombre que estaba desesperado cayendo en una Cuando finalmente en aquella un pozo de tristeza que estaba ligado a su infancia en una familia desestructurada. En realidad, el hecho de sentirse triste cuando era le servido para sentirse vivo y real que su familia y, en ese mismo sentido, era una forma de diferenciarse de ellos y de encontrarse a mismo. El problema era que acabado con su tristeza y creyendo que mismo era su propia tristeza. Cuando finalmente que la tristeza era la puerta de acceso a la espiritualidad, la profundidad y la sensibilidad a la vida, se dio cuenta de que ya aquellas cualidades sin tener que identificarse con un marginado condenado a estar alienado el resto de su vida. Es frecuente que nuestros recursos internos acaben tan entrelazados con nuestras estrategias defensivas que acabemos teniendo dificultades para separar el trigo de la Pero la de la coemergencia nos el modo de hacerlo, ya que si todas las pautas defensivas una inteligente y encierran un recurso esencial importante, debemos ir con mucho cuidado para no rechazar de un plumazo nuestra personalidad. Por el contrario, lo que hay que hacer es abrirnos a ella y descubrir y acceder a la inteligencia y a los recursos que se ocultan en su interior. La crisis de identidad y la existencial pronto o tarde, todas las estrategias que adoptamos en la infancia para sobrevivir a las circunstancias familiares que nos depara la vida acaban en un que inevitablemente aboca a una crisis de identidad que nos obliga a cobrar conciencia de lo que, hasta ese momento, estado haciendo. es como la crisis de identidad suele jalonar el acceso a la inteligencia, la salud y los poderosos recursos internos que se hallan ocultos en nuestra personalidad condicionada. El modo como gestionemos esa crisis de identidad determina la que, a partir de ese momento, nuestra vida. Tal vez reconozcamos que la estructura de nuestra personalidad nuestra vida pero vamos a abandonar aquello que nos ha proporcionado una segura de existencia? yo soy sino esta identidad? sentirme seguro y sobrevivir sin No olvidemos que nuestra identidad se erige como una defensa ante la inexistencia y que, en consecuencia. la perspectiva de abandonarla nos enfrenta al miedo primordial a la muerte y a lo desconocido. En cualquier proceso de crecimiento, ya sea o espiritual, siempre llega un momento en el que tenemos que decidir si queremos avanzar hacia lo desconocido de si abandono los En ese momento se abren ante nosotros tres posibilidades diferentes, de las cuales la nos proporciona un camino hacia delante (mientras que las dos primeras no hacen sino reforzar la La primera posibilidad consiste en no mover las cosas y no arriesgarnos a entrar en lo desconocido, aunque nuestras viejas pautas hayan dejado ya de servirnos. En los clientes que se hallan en esta alternativa asume la siguiente cosas no van tan mal. Es cierto que mi forma de ser puede causarme algunos problemas, pero al menos es algo Pero sucede que, cuando las personas deciden no dar el paso hacia delante que liberarles, quedan atrapadas en su propio capullo y su identidad se vuelve porque ahora de un modo deliberado para encubrir las potencialidades elevadas de su ser. La segunda consiste en castigamos a nosotros mismos por la personalidad en la que nos hemos convertido o luchar con todas nuestras fuerzas para vivir de acuerdo con nuestros ideales. Pero debo decir que evitar lo desconocido sustituyendo la vieja identidad por otra tampoco sirve de gran cosa. La tercera posible consiste en dejar de violentarnos y de tratar de convertirnos en algo que no somos y abrirnos a nuestra experiencia tal cual es, una posibilidad que requiere el previo desarrollo de la capacidad de permanecer presentes en medio del dolor, el miedo y las experiencias por las que atravesemos. Es esta presencia la que nos permite establecer contacto con las potencialidades profundas de nuestro ser y trascender las limitaciones en cualquier personalidad. Trabajar con nosotros tal cual somos modo podemos convertir los miedos y fijaciones de la personalidad en del camino del despertar? Antes de emprender el verdadero camino tenemos que darnos realmente cuenta de que lo que nosotros consideramos la realidad no es que una de lo que es, algo nada sencillo, por cierto, ofuscados, como estamos, por las esperanzas, los miedos, las creencias y las opiniones y formas habituales de sentir y percibir. Es por esto por lo que el primer paso para transformar a la personalidad pasa por aceptamos tal cual somos, sin dejarnos arrastrar por el miedo a lo que podamos descubrir. Su familia no le proporcionado modelo de fuerza y de poder. De este modo, la abdominal era su forma de desarrollar lo que los japoneses denominan asentamiento en el algo de lo que su familia carecer. En la medida en que fue comprendiendo el fundamental de aquella interna conservar su integridad y desarrollar una fortaleza que nadie le la necesidad de tratar a patadas a ese monstruo. Cuando se conscientemente con el en su actitud negativa, que era un amigo cuya ser encauzada de un modo positivo. fue como, en lugar de decir al mundo, pudo comenzar a servirse del poder de aquella para hacer frente a las situaciones amenazadoras que se le presentaban, sin verse desbordado por ellas, un cambio que le descubrir, de su una genuina y afirmadora de la vida. Este ejemplo ilustra perfectamente que, aun las cosas que terribles nos parecen, encierran un significado profundo que clama por ser descubierto y reorientado hacia una positiva de la vida. Y es que, de cada herida, siempre se oculta una Por esta si lo que hacemos es culparnos por las pautas de nuestra personalidad, no podremos disfrutar de a los dones que encierran en su interior y no haremos que empobrecernos. cualquier cosa contra la que luchemos, por que parezca, puede convertirse en un hito importante del camino del cualquier problema o cualquier cosa que nos parezca imposible puede, si lo afrontamos directamente, si lo vemos, lo sentimos y lo convertimos en nuestro amigo, transformarse en parte de nuestro camino. Es desalentarse por los problemas que nos depara la vida y preguntarse resulta tan ser tengo que pasar por no estoy Y ese desaliento nos impide advertir la cualidad de camino de la humana. La no es un objetivo ideal, un estado perfecto de mente o un reino espiritual situado en los cielos, sino un viaje que tiene lugar en esta tierra. Es el proceso del despertar a lo que somos y de abrirnos plenamente a ello. Al comienzo de nuestra vida nuestra conciencia se halla tan abierta y somos tan vulnerables, que no tenemos alternativa que protegernos con la de la personalidad. Pero a esa edad no podemos comprenderlo ni afrontarlo, y tenemos que comenzar en una entidad y limitada para sentir que realmente existimos. Todas las defensas de nuestra personalidad poseen su propia inteligencia y son completamente comprensibles, todas nos proporcionan un camino. Pero experimentar el peso y las contracciones de la personalidad condicionada es precisamente lo que nos motiva a buscar nuestra naturaleza superior. El problema no reside tanto en nuestra personalidad como en nuestra negativa a seguir creciendo, con lo cual acabamos atrapados y nuestro desarrollo se estanca. El budismo describe el proceso del despertar utilizando la de la serpiente que se desenrosca. En este sentido, nuestra se haya atrapada en los recovecos de nuestra neurosis, pero para esta y dejar de estar atrapados, no tenemos que matar a la serpiente ni sublimar su en formas socialmente aprobadas sino, muy al contrario, permitirle hacer lo que naturalmente quiere hacer y poder acceder a su poder y su vitalidad. Y lo que permite desenroscarse a la serpiente enrollada es la conciencia y la La no trata de domar a la serpiente, sino que utiliza la asociada a la neurosis para ayudarnos a proseguir nuestro camino, el camino interminable que libera las cualidades profundas de nuestro ser al tiempo que las proclama, las celebra y las utiliza para ayudamos a nosotros mismos y a los

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LA Personalidad- John Welwood

Asignatura: Psicología de la Personalidad

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LA PERSONALIDAD John Welwood
“Psicología del Despertar”
¿Camino o patología?
El desarrollo psicológico y espiritual gira en torno a lo que creemos ser y al modo como protegemos
nuestra identidad, el elemento fundamental del bienestar psicológico y de la realización espiritual.
Por más extraño que pueda parecer, tenemos pocas cosas que decir sobre nuestra personalidad porque,
en el momento en que empezamos a cobrar conciencia de ella -habitualmente en la adolescencia, se halla ya
firmemente establecida. ¿Cuál es la relación que mantenemos con esa forma que se ha desarrollado en
nuestro interior? ¿Debemos tratar a nuestra personalidad condicionada como un obstáculo en el camino del
desarrollo espiritual y, en consecuencia -y en última instancia-, como una patología? ¿O acaso -como afirman
ciertas tradiciones esotéricas, no se trata de un error arbitrario sino, muy al contrario, de un hito muy importante
en el camino del desarrollo espiritual?
Si nos diéramos cuenta de las cualidades y la inteligencia que se ocultan en las facetas más rígidas y
neuróticas de nuestra personalidad no querríamos desembarazarnos de ella para alcanzar una dimensión
espiritual "superior" que la trascendiese. En tal caso, las facetas más limitadas de la estructura de nuestra
personalidad nos revelarían todo lo que necesitamos para proseguir nuestro camino hacia la autorrealización, ya
que, al igual que la personalidad, pueden convertirse en una herramienta que nos ayude a cobrar conciencia de
las cualidades más profundas de nuestro ser esencial.
La agresividad terapéutica
Durante toda su infancia. Tara había experimentado una gran falta de afecto y de contacto, y para
sobrevivir había acabado adoptando una actitud dura e independiente que parecía proclamar a los cuatro
vientos: «No necesito a nadie. Yo sola puedo cuidar de mí». Sin embargo -y como siempre ocurre, en una u otra
medida, con todas las pautas de personalidad, tiempo después su desmesurada independencia acabó
haciéndose disfuncional porque le impedía recibir el afecto de los demás, lo cual no hacía sino alentar la
privación y condenarla al sufrimiento.
Poco antes de cumplir los treinta años. Tara ingresó en una comunidad espiritual que consideraba al ego
como un obstáculo para la realización espiritual y que, en consecuencia, dirigía todos sus esfuerzos a
machacarlo. Esa comunidad cultivaba una forma colectiva de bypass espiritual que menospreciaba las
necesidades y preocupaciones personales, al tiempo que trataba de implantar en sus miembros una identidad
espiritual "ideal". Es por esta razón por lo que los líderes de la comunidad adoptaron una actitud agresiva hacia
la excesiva autonomía de Tara que ella aceptó de buen grado, convencida, como estaba, de que sus viejas
pautas eran un obstáculo para su desarrollo espiritual. Pero, en el mismo momento en que renunció a su actitud
distante, perdió también todo contacto con la fuente de su poder, su voluntad y su determinación. Cuando,
finalmente, la comunidad acabó disolviéndose, Tara era completamente incapaz de hacer frente a la vida
cotidiana y se vio obligada a emprender un largo proceso de recuperación para el que necesitó varios años de
terapia.
Para erigir una identidad independiente y fuerte que le permitiera superar las difíciles condiciones de su
infancia. Tara se había visto obligada a desarrollar su fortaleza. Tal vez otra persona hubiera reaccionado ante la
adversidad sumiéndose en la depresión o la huida, pero ella supo encontrar en su interior los recursos
necesarios para seguir adelante. Es cierto que, de ese modo, su identidad se vio amordazada y constreñida,
pero no es menos que la fortaleza era una de sus cualidades más notables. Por esta misma razón, en el mismo
momento en que se sometió al ataque de la comunidad, perdió el contacto con su poder y con su voluntad.
Son muchos los terapeutas y maestros espirituales que creen erróneamente que el camino de la
transformación requiere la desarticulación de la “personalidad condicionada”. Hay veces en que esta "agresividad
terapéutica" es flagrante (como ocurrió en el caso de Tara), mientras que hay otras en que se manifiesta de
formas mucho más sutiles, pero el mensaje implícito en ambos casos es el mismo: «serías mejor si fueras
diferente».
La personalidad es una forma congelada de nuestra verdadera naturaleza y constituye, por así decirlo, el
combustible necesario para el proceso del despertar. En este sentido, la descongelación de las facetas más