Saltar al documento

02. Guía para Entender al Gato autor Laura Trillo

guia para entender a los gatos
Asignatura

Inmunologia Veterinaria (IM89QN)

6 Documentos
Los estudiantes compartieron 6 documentos en este curso
Año académico: 2021/2022
Subido por:
0seguidores
2Subidos
1upvotes

Comentarios

Inicia sesión (Iniciar sesión) o regístrate (Registrarse) para publicar comentarios.

Vista previa del texto

GUÍA PARA

ENTENDER AL GATO

Texto cedido por Laura Trillo de terapiafelina

Índice

Escoger

1 al gato apropiado

2

3

4

5

Adaptación del gato al hogar y a otros animales

Etapas en la vida del gato De cachorro a adulto

Mi gato en vacaciones

Los gatos, el castigo y la autoridad

INTRODUCCIÓN

L

a mayoría de los gatos llegan a nuestra vida sin espe- rarlo, de repente nos enamoramos, hay una conexión especial. Otras veces, sentimos de alguna forma que que- remos la compañía de un gato, y es aquí donde nos asaltan muchas dudas sobre cómo y dónde encontrar un gato, y si se adaptaría bien a nuestra compañía, si surgirán proble- mas y cómo los vamos a poder solucionar si no sabemos nada de gatos.

Si no has tenido nunca gatos, puedes pensar que es mejor tener un gato desde bebé para que se adapte a ti, porque pensamos que si adoptamos un gato adulto, tendrá “ma- nías”. Esto no es cierto. Además, al no tener experiencia con gatos, tener un gatito puede no ser la mejor idea. Mu- chos problemas de comportamiento surgen por una mala socialización o relación con el gato en sus primeros meses de vida. Jugar con las manos con ellos es más grave de lo que parece, o no actuar correctamente cuando nos muer- de, también. Además, cometemos otros errores muchas veces, como regañar o castigar al gato por comportamien- tos naturales, o incluso cuando somatiza alguna enferme- dad sin haber una sintomatología clara (orinando fuera del arenero, en el sofá, por ejemplo).

Es muy importante y vital para un gato el permanecer con su familia,
madre y hermanos, hasta al menos los 3 meses de edad.

Si no tiene familia, debe estar con otro gato joven con el que pueda jugar mucho. Desde el mes y medio hasta los 3 meses de edad aproximadamente, el gatito pasa por una de las fases más importantes de su vida, donde aprenderá a ser un gato equilibrado, o al revés, será un gato con problemas sociales e inseguridades. Sobre el mes y medio en adelante, los gatitos empiezan a jugar cuerpo a cuerpo con sus hermanos u otros gatos que quieran jugar con ellos. Aprender los límites, el autocontrol, cuándo hace daño, cuándo parar, y cómo relacionarse con otros gatos es muy importante para ganar seguridad y equilibrio. Cuando sea adulto, se relacionará sin problemas con otros gatos, con mayor o menor territorialidad (está en su naturaleza, no tanto en el aprendizaje), y sabrá adaptarse mejor a los cambios y situaciones de estrés. Los gatos más inseguros, con problemas de autocontrol, sufren mu- cho más ante situaciones complicadas, enferman más, y suelen tener más problemas de comportamiento que los gatos equilibrados.

Por tanto, debes entender la importancia de que los gatitos estén con su familia u otros ga- tos. A todos nos gusta tener en brazos un gatito muy pequeño, son adorables, pero por su bienestar, no debemos adoptar un gatito tan pequeño si está con su familia, debemos res- petar su aprendizaje antes, hasta los 3 meses. Si lo has encontrado en la calle tan pequeño y no tiene familia, intenta asesorarte bien con un profesional o intenta que conviva con otro gato que pueda enseñarle todo esto.

Si nunca has tenido gato, te recomendamos visitar las protectoras de animales de tu zona, tener contacto directo con los gatos adultos que esperan un hogar en las gate- ras (algunos llevan muchos años esperando una familia), y lo más importante, déjate querer.

Puedes sentarte en el suelo en el centro de la gatera y sentir, observar, ver si surge una cone- xión con alguno. Es como un enamoramiento instantáneo, lo sabrás reconocer. Si no ocurre, vuelve en otro momento, pero sigue teniendo contacto con gatos. Puedes mirar por internet también, pero espera a que surja esa conexión, e infórmate bien preguntando a los o las cui- dadores/as del gato. Si te surge con un gatito pequeño, ya sabes que necesitarás un poco de asesoramiento los primeros meses de adaptación.

Los gatitos pequeños a partir de los 3 meses suelen ser muy activos, sobre todo si viven en interior y sin otros gatos, se aburren mucho, juegan con todo, te pueden tirar cosas al suelo, morderte los pies o las manos. Suelen ser muy nerviosos y sólo se dejan tocar cuando están durmiendo o muy tranquilos. Cuando están activos y nerviosos, no quieren estar en brazos ni ser acariciados en exceso, a no ser que sean gatos excesivamente tranquilos por carácter.

Un gato adulto puedes conocer ya su carácter, conectar con él y saber que es compatible contigo, tu casa y tu estilo de vida. Además, el personal de la protectora de animales que lo cuida le conoce y puede contarte cosas sobre él: su historia, qué tal se lleva con otros gatos, cómo se ha adaptado al lugar, qué tal se relaciona con otras personas, niños, etc. Cuando lo llevas a casa, se suele adaptar muy bien y no hay ninguna fase por la que deba pasar. Pero un bebé, sí pasa por varias fases hasta que finalmente es adulto y es más tranquilo.

¡QUIERO QUE ME

REGALEN UN GATO!

N

O deberíamos regalar un gato a ningu- na persona, aunque sepamos de alguien que quiere tener uno y lo queramos hacer con muy buena intención, la razón es sencilla:

No debes tener expectativas, una protectora no es un escaparate de
animales que van a cubrir una carencia tuya, esperando a un gato que
sea cariñoso y te adore. Es un compañero de vida, sintiente, muy sensible
y emocional, que tendrá necesidades, y buenos y malos momentos. Este
gato caminará contigo en una fase importante de tu vida y te enseñará
muchas cosas sobre ti.

Todos tenemos derecho a elegir a nues- tro compañero, ese gato que vivirá en nuestra compañía, y todos deberíamos tener la oportunidad de elegirlo.

Si esa persona que sabemos que quiere un gato, aún no lo tiene, quizás no sea el mo- mento o quizás no ha encontrado todavía al gato que busca. Podemos orientarle, ayudar- le, pero la elección final ha de ser de la futura familia del gato. Tampoco deberíamos pedir que nos regalen un gato, ya que es mejor que lo elijamos junto a nuestra familia cuando sea el momento adecuado, porque será uno más en casa y así todos le cuidarán por igual.

Hay muchos tipos de gato, independiente- mente de su raza, de pelo largo, pelo corto, más tímidos, activos o asustadizos, cariño- sos o independientes. Cada persona ha de encontrar al gato más compatible por sí mis- ma, ha de conectar con ese gato, no debe ser elegido por una serie de condiciones, porque estos casos suelen acabar en una devolu- ción o nuevo abandono.

¿Por qué quiero un gato?

E

s la pregunta que nos debemos hacer primero. Seguramente porque nos gustan mucho, pero además, ¿qué esperamos del gato que queremos tener? ¿Esperamos que sea muy cariñoso, o muy activo y juguetón? ¿Nos importaría si fuera un poco tímido o independiente? ¿Queremos un gato porque nos sentimos muy solos/as o más bien porque queremos ayudar a un gato abandonado dándole un hogar? ¿Es porque queremos dar compañía a nuestro otro gato? Estas preguntas nos ayudarán a ser conscientes del carácter que buscamos en nuestro futuro gato.

Por ejemplo, si eres una persona mayor que vive sola, tu gato ideal es un gato adulto y tran- quilo, que será tu mejor compañero. Si eres una persona muy tranquila, seguramente tu gato ideal sea un poco independiente o tímido. En cambio si en casa hay niños/as o queremos un poco de alegría, podemos adoptar un gato más sociable y activo.

Si hay niños/as en casa, es ideal llevarlos a la protectora de animales, para ver cómo se re- lacionan con los gatos, qué gatos se les acercan, se dejan tocar, y verás que surge mucho feeling entre los niños y algunos gatos, otros en cambio prefieren mantenerse apartados porque se asustan. Estos gatos tímidos no son ideales para vivir con niños/as nerviosos/as o muy pequeños/as, pero hay gatos muy sociables a los que les encantan, tienen más energía, paciencia, son más equilibrados. Si son niños/as muy tranquilos/as, amorosos/as, entonces un gato algo tímido si puede convivir con ellos perfectamente, además puede ser terapéu- tico para el gato, y viceversa. Insistimos, si surge conexión, sin importar quién es, cómo es, hay que hacer caso a esa conexión por encima de todo.

ANTES DE ELEGIR, DEBO

DE TENER EN CUENTA...

L

o más importante es estar seguros de que nuestro perro aceptaría un gato sin problemas y no le haría la vida imposible o intentara agredirle, para eso podemos llevar a nuestro perro, y probar en la gatera o por fuera para ver su reacción ante los gatos. En caso de tener perro podemos buscar un gato adulto que ya haya convivido con perros, o quizás un gatito más joven y sociable que pueda ir aceptándole poco a poco.

Si el perro no persigue o ladra a los gatos, para el gato es muy fácil aceptarle poco a poco. También entre gato y perro surge el enamoramiento o conexión y todo es más fácil si haces caso a esto en vez de forzar. En las Protectoras de Animales muchas veces hay gatos en ca- sas de acogida temporal que están viviendo con perros mientras esperan a ser adoptados, podríamos preguntar y seguramente encontráramos un gato compatible con perros. Esto nos da garantías de que la amistad entre nuestro perro y el nuevo gato funcione, ya que éste será más tolerante y la convivencia sería más fácil.

Hay que hacer bien las adaptaciones para ayudarles, para ellos es difícil, sobre todo para los gatos. No te desanimes si los primeros días el gato está asustado, bufa, se mantiene distan- te o no quiere saber nada del otro gato o de nuestra persona, es normal. Para eso hacemos un protocolo de presentación progresivo.

No olvides que siempre hay una adaptación necesaria, un tiempo, hasta que los ani- males confíen el uno en el otro y puedan convivir.

SI TENEMOS UN PERRO

Y QUEREMOS UN GATO

LA DECISIÓN FINAL

L

a decisión de tener un gato ha de ser concensuada por toda la familia que vive en casa, cada miembro deben querer tener a este gato porque habrá que cuidarlo entre todos/as. Si alguien en casa no quiere, es mejor esperar. A la hora de ir a buscar a nuestro gato, lo ideal es que vayamos para elegirlo entre todos, ¡te sorprenderá la diversidad de opiniones que puede haber en la misma familia a la hora de elegir! La mejor decisión, sin duda, es la de dar un hogar a un gato que lo necesita, queriéndolo y siendo conscientes de todos los afortuna- dos años de vida que nos esperan a su lado, pues la compañía de un gato no tiene precio.

Y si un gato se cuela en tu vida y te enamoras de él, no hace falta nada más, ¡disfruta de todo lo que te trae!

Déjate querer, siente la conexión con el gato, y sé humilde para aprender de todo lo que vas a vivir con él. El amor no se compra ni se fuerza, aparece, se acepta y se vive, se aprende a amar al otro tal como es sin querer cambiarlo.

La adopción es la mejor opción, pues salvas a un gato que lo necesita y además, queda sitio para otro gato abandonado que está en la calle.

En las Asociaciones te asesoran sobre los cuidados del gato, te cuentan sus historias, e in- cluso conocen su carácter y pueden ayudarte a elegir el más adecuado. Además, cuentas con profesionales para ayudarte en la adaptación y ante cualquier problema que surja.

DÓNDE ENCONTRAR

UN GATO

H

ay miles de gatos sin hogar que están esperando a encontrar una familia y hogar. En cada ciudad hay decenas de Asociaciones Protectoras de Animales y perreras municipales a las que llegan a diario muchos gatos abandonados, sanos, cariñosos o muy asustados, que no tienen a nadie.

INTRODUCCIÓN

C

uando adoptamos un gato tenemos mucha ilusión por llevarlo a casa y compartir nuestra vida con él y a veces no tenemos en cuenta lo que él necesita para adaptarse a un nuevo lugar. Para los gatos no es fácil comenzar en un sitio nuevo al que han llegado sin recorrer un camino conocido. De repente aparecen en un lugar, como si nos metieran en un coche y nos soltaran en cualquier lugar, no sabemos cómo hemos llegado, dónde estamos, ni si es un lugar seguro. Partiendo de la base de que los gatos ya de por sí son animales inseguros, necesitan sus feromonas y referencias visuales, aparte de olfativas, para reconocer el entorno. Hasta que no se sientan seguros en el lugar, no pueden hacer una vida normal.

Al ser un animal muy territorial y necesitar sus propias fe- romonas para sentirse seguro y reconocer su territorio, al llegar a casa con el gato nuevo, lo mejor es llevarlo a una habitación donde pueda estar tranquilo. No necesitan 100 metros cuadrados de casa para empezar, al revés, es mu- cho peor, sus feromonas no están en ningún lugar ni tie- ne ninguna referencia. Cuanto más territorio desconocido, más inseguridad. Una habitación con la puerta cerrada es lo que el gato necesita para reconocerlo como un lugar se- guro, un lugar de referencia donde sentirse seguro en cual- quier caso, donde empezar a marcar con sus feromonas sociales y territoriales.

Todo depende del carácter individual de cada gato, de lo equilibrado que
sea, o inseguro, territorial o sociable, miedoso o confiado.

Hay gatos que pueden tardar una hora en pasear por casa como si hubieran vivido allí siem- pre, y otros necesitarán días. No lo sabrás hasta que el gato llegue a casa y le des algo de tiempo, haciendo una adaptación gradual para que le sea más fácil. Tanto si el gato es adulto como pequeño, lo ideal es que lo lleves a una habitación que prepares con todo lo necesa- rio: en una esquina el comedero, el agua algo más apartada, y en la otra esquina el arenero. Puedes poner también un rascador, camas o toallas, para hacerle el entorno más cómodo. Como llegarás con él en un transportín, llévalo a esta habitación, cierra la puerta, ponlo enci- ma de una cama o en el suelo y abre el transportín. Mantente a distancia y no le digas nada, simplemente espera a que salga o ten paciencia si no quiere salir por ahora. Siendo así, sal

de la habitación y déjale tranquilo. En estas primeras dos horas es importante que no le agobies, el viaje es estresante y necesitan un ratito para tranquilizarse también. Pasado un rato, puedes volver y ver cómo se encuentra, ofrecerle algo de comer o jugar, pero si sigue sin querer salir, no le fuerces y puedes quedarte con él, tumbado en algún lugar, leyendo o haciendo otra cosa.

No va a salir hasta que se sienta seguro, y esto es algo que sólo depende del gato, no podemos hacer más que darle tiempo.

Cuando sale del transportín, puede recorrer la habitación, comer algo, usar el arenero, oler todo, o también esconderse en otro lugar. En este segundo caso, aconsejamos lo mismo de antes, dale tiempo. Procura que en esta habitación no haya recovecos muy difíciles de llegar, pero el gato debe poder refugiarse en algún lugar hasta que se sienta bien, no le saques a la fuerza. Si te sientes impaciente, vete de la habitación y déjale tranquilo. Si sabes acompañar sin interferir, quédate con él y observa su lenguaje. Puede estar muy asustado, y verás un lenguaje defensivo (bufidos, gruñidos) si te aproximas. Puede sentirse inseguro, y sencilla- mente observar todo desde su escondite sin apenas reaccionar. En esta situación puede pasarse varios días, y lo más normal es que también maúlle, sobre todo por las noches, los primeros días. Estos maullidos desaparecen en unos días, no te preocupes. Cuando se sienta seguro en el lugar, dejará de maullar. Si no lo hace en una semana, entonces pide ayuda a un profesional terapeuta felino que trabaje en positivo.

En máximo una semana el gato debe mostrar un progreso, si no es así,
busca ayuda profesional.

En estos primeros días puedes ayudarle con Flores de Bach, como el Remedio Rescate. Lo venden en casi todas las farmacias y herbolarios. Pon unas gotas en su bebedero y una gota en algún premio o comida húmeda, muy poquita cantidad, y le vas dando de 4 a 6 veces al día, le ayudará mucho. Este remedio ayuda a equilibrar el pánico, trauma, situaciones de shock, y es ideal administrarlo durante los primeros días de adaptación, sobre todo si el gato tiene miedo.

¿QUÉ HAGO SI SE ESCONDE

Y NO SALE EN VARIOS DÍAS?

U

n gato no puede vivir en este estado durante más de una semana, si es así pide ayuda profesional. Si acabamos de traer al gato a casa, le hemos dado su Lugar de seguridad (habitación sólo para él durante los primeros días), y permanece escondido, podemos ayu- darle a salir de ese estado. Puede ocurrir que nos bufe al entrar en la habitación. La primera regla es respetar ese bufido: si no quiere que te acerques, no lo hagas. Lo único que podemos hacer para ayudar a este gato son dos cosas: nuestro lenguaje corporal y “sobornos”.

Tu lenguaje corporal Por mucho que le hables y le digas que no vas a hacerle nada, si mientras le hablas te apro- ximas hacia él de frente, de pie y mirándole fijamente, el gato va a entender tu lenguaje corporal, no tus palabras ni tu tono de voz. Es importante que entiendas cómo pueden influir tus gestos en el comportamiento del gato. Caminar de frente y mirando fijamente, el gato lo interpreta como amenaza, además si caminas hacia él de pie, le da más miedo porque eres muy grande para él. Los gatos cuando no quieren conflicto y se quieren aproximar a otro gato de forma amistosa, lo hacen rodeando al otro gato, una aproximación en semicírculo, sin mirarle fijamente ni de reojo, además enseñando un lateral del cuerpo o la espalda. Podemos hacer esto mismo: aproximarnos al gato de lado o de espaldas, agachados y por un lateral, haciendo un semicírculo. Sin llegar hasta el gato, nos sentaremos dándole la espalda o de lado cerca de él. Esto el gato lo entenderá muy bien. Nos acercaremos sólo hasta donde el gato nos permita. Si te mira fijamente, no te acerques más, porque se irá. Si te bufa, tampoco te aproximes, respeta el espacio que te está pidiendo.

Si realizas este lenguaje corporal pero le intentas tocar a la mínima ocasión, le estarás mintiendo y no confiará en ti. Con los gatos hay que ser paciente y respetuoso, para ganarse su confianza.

Al gato no le beneficia en nada que le toques, sino que le muestres que puede confiar en ti, por tanto esto es lo prioritario, no tocarle. Si ronronea cuando le tocas, no significa que está agusto, también lo hacen en situación de dolor y mucho estrés, es una forma de autocontrol en estas situaciones (con el ronroneo segregan endorfinas). Por lo tanto, si se mantiene sin mirarte a la cara, tenso y ronroneando, estás forzándole. Cuando el gato es receptivo a tus caricias, se frota contigo, te mira a la cara, te parpadea con ambos ojos y se muestra rela- jado. Es entonces cuando ambos váis a disfrutar de ello, no sólo tú abusando del gato por motivos egocéntricos.

Sobornos Consiste en crear momentos en los que el gato te relaciona con algo positivo, en este caso queremos que el gato relacione nuestra presencia con algo que le gusta. Cada gato es un mundo y cada uno tiene sus preferencias, unos son irresistibles a un tipo de comida, otros a otra, premios, chuches, comida húmeda, otros prefieren el juego. Hay que encontrar su punto débil, para que pueda superar sus miedos ante el irresistible olor de esa comida que le encanta o ese juguete que necesita cazar. Mediante este tipo de sobornos podemos conse- guir que el gato “pierda la vergüenza” y se lance a por lo que le gusta.

Otra señal de apaciguamiento que hacen los gatos y que comprenden como un gesto amis- toso, es el parpadeo o pestañeo lento y mirar para otro lado girando la cabeza. Puedes mirar al gato, parpadear lentamente y quitar la mirada cuando él te está mirando (porque te vigila). Normalmente el gato que no quiere conflicto te devuelve el parpadeo y mira hacia otro lado, y se crea así una comunicación amistosa o por lo menos que indica que por parte de ninguno va a haber conflicto si mantenemos las distancias. No intentes tocarle ni aproximarte a él los primeros días si se mantiene así, sino que lo que vamos a intentar primero es decirle que no queremos conflicto y que está todo bien, con nuestros gestos. Verás cómo el gato se relaja y responde con más gestos de apaciguamiento. Quedará claro que por ninguna de las dos partes hay amenaza ni conflicto, eso es lo primero que hay que hacerle entender.

Lo importante es que por unos momentos hemos conseguido sacar al gato de ese estado, lo que quiere decir que vamos por el buen camino. Si seguimos haciendo estas pautas veremos como poco a poco el gato va tomando más confianza.

Lo normal es que si conseguimos con esto que el gato salga de ese estado de miedo y shock, una vez termine de comer y de jugar, vuelva a esconderse. No pasa nada, es normal.

  • El gato necesita subir a distintas alturas, y le gusta dormir en sitios altos y sitios blandos, si compramos un rascador con plataformas, será su lugar ideal de des- canso, además de nuestros sofás y ca- mas. Importante, para que los gatos usen el rascador, éste debe estar en un lugar de la casa en el que haya mucha vida. Si ponemos el rascador en una habitación que no usamos, casi no lo usarán, debe estar en el sitio donde pasemos más tiempo, que normalmente suele ser el sa- lón de casa. Luego pueden ponerse otros rascadores verticales u horizontales más pequeños en sitios como la habitación del ordenador por ejemplo, la cocina o nues- tro dormitorio. Si el rascador tiene jugue- tes colgando, también será un lugar de ocio aparte de lugar de descanso. Como elementos opcionales, podemos poner baldas en la pared a distintas alturas para que el gato pueda subirse y dormir sobre ellas.

  • El gato necesita desarrollar sus habili- dades de caza, siendo un gato doméstico alimentado, lo hará como parte del juego y tenemos que permitírselo para no ge- nerar problemas de ansiedad. Jamás de- bemos jugar con nuestras manos, pies ni ninguna parte de nuestro cuerpo, siem- pre debemos tener juguetes y no necesa- riamente comprados: pelotas de papel de aluminio, hojas de árboles secas, cajas de cartón con agujeros, un bol con agua y cositas flotando... si ponemos al gato elementos nuevos como juego lo agrade- cerá y pasará mucho tiempo jugando. En tiendas especializadas podemos encon- trar juguetes como: ratones, juguetes de cuerda tipo caña de pescar (ideales para jugar nosotros con el gato), pelotas de goma, etc. Los juguetes para gato deben ser sobre todo ligeros, porque les encanta voltearlos por el aire y llevarlos en la boca de un lado a otro, darle patadas y correr tras ellos, como lo harían con un ratón de verdad.

  • Debemos dejar una zona de la casa úni- camente como lugar para que el gato haga sus necesidades, donde coloca- remos la bandeja de arena. Debe haber tantas bandejas de arena como gatos en la casa. El lugar donde colocar la bande- ja de arena es muy importante, debe ser un lugar poco o nada transitado y lejos de ruidos (lejos de ventanas, lavadoras, etc.). El lugar ideal suele ser un baño de la casa.

  • Hay muchos tipos de bandejas para la arena, más adaptados a la persona res- ponsable del animal que al gato. Las mejores bandejas suelen ser las que son descubiertas y con los bordes bajos, y cuanto más amplias mejor. El problema de estas bandejas es que siempre el gato suele tirar arena fuera, y que huele más la orina por lo que hay que limpiarlas más a menudo. Existen otro tipo de bandejas que son con cubierta e incluso con puer- ta, que no permiten que el gato saque tanta arena fuera, pero cuando hay pro- blemas de micción o defecación en luga- res indeseados, es de las primeras cosas que hay que cambiar. El gato se siente más cómodo si la bandeja es accesible y no tiene que “sortear obstáculos” para entrar. Importante: debemos retirar las heces a diario y cambiar por completo la bandeja de arena una vez por semana.

  • También hay muchos tipos de arena, pensados para evitar malos olores de la orina y su mayor absorción. Los gatos suelen responder bien a la sepiolita, la arena más común, pero luego tenemos arena tipo arena de playa con granos muy finos, bolitas de plástico, arena vegetal, etc. Podemos probar y quedarnos con la que nuestro gato prefiera. Las arenas perfumadas para los gatos no son muy agradables.

También debemos evitar las arenas que generan mucho polvo, pues no son muy buenas para el gato.

¿Ha sido útil este documento?

02. Guía para Entender al Gato autor Laura Trillo

Asignatura: Inmunologia Veterinaria (IM89QN)

6 Documentos
Los estudiantes compartieron 6 documentos en este curso
¿Ha sido útil este documento?
GUÍA PARA
ENTENDER AL GATO
Texto cedido por Laura Trillo de
www.terapiafelina.com