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Drogas, conceptos generales, epidemiologia y valoracion del consumo

Drogas son malas
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Matemáticas II (8059)

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DROGAS:

CONCEPTOS GENERALES,

EPIDEMIOLOGÍA Y VALORACIÓN

DEL CONSUMO

Fernando Caudevilla Gálligo Grupo de Intervención en Drogas semFYC caudevilla@gmail

1.- CONCEPTOS GENERALES

1.- Definición de droga. Droga de abuso.

El uso de psicoactivos con fines terapéuticos, recreativos y sacramentales es tan antiguo como la propia Humanidad. A lo largo de casi todo el siglo XX, el uso de sustancias psicoactivas con fines no médicos ha dado lugar a varias crisis sociales y sanitarias de distinta intensidad. Pero el primer problema con el que nos encontramos a la hora de valorar el fenómeno de las drogas es la dificultad para encontrar una definición adecuada. Los términos drug (en inglés) y drogue (en francés) se utilizan indistintamente para definir fármacos de prescripción como sustancias psicoactivas sin utilidad terapéutica. Según la Organización Mundial de la Salud, droga es “toda sustancia que, introducida en un organismo vivo, pueda modificar una o varias de sus funciones”(OMS,1969). Esta definición es poco útil e inexacta, ya que engloba fármacos de prescripción, sustancia psicoactiva, muchas plantas, sustancias químicas o tóxicos para el organismo.

El término droga de abuso define mejor lo que coloquialmente entendemos como droga: “sustancia de uso no médico con efectos psicoactivos (capaz de producir cambios en la percepción, el estado de ánimo, la conciencia y el comportamiento) y susceptibles de ser autoadministradas”. Así, la diferencia entre una droga y un fármaco no viene dada por criterios farmacológicos, químicos o médicos, sino por dos pequeños matices de tipo instrumental y social: el que sea el propio individuo quien se administra la sustancia sin prescripción médica y que el objetivo sea distinto al de la curación de una patología. De hecho, algunas sustancias pueden ser consideradas drogas o fármacos según el contexto: los esteroides son en principio fármacos de prescripción pero si son utilizadas en gimnasios para mejorar el rendimiento físico se considerarían drogas. Aunque las objeciones que se pueden hacer a esta definición son múltiples, es la más comúnmente aceptada y la que utilizaremos al referirnos a las drogas en este curso.

por un lado para obtener determinadas sustancias es necesario usar procesos físicos o químicos (p: la obtención de la cocaína a partir de la hoja de coca, la extracción del hachís a partir de la marihuana..). Pero además muchas drogas de las llamadas sintéticas (como la LSD o el éxtasis/MDMA) tienen sus precursores inmediatos en productos de origen vegetal.

Algunos autores distinguen entre drogas duras (aquellas que producen graves riesgos para la salud) y drogas blandas, supuestamente menos peligrosas (alcohol, el tabaco y cannabis). Pero el hecho objetivo es que la morbilidad, mortalidad y gasto sanitario asociadas al alcohol y el tabaco es mucho mayor que el de todas las demás drogas ilegales juntas (En España, la mortalidad atribuida directamente al tabaco y al alcohol es de 55 y 12 personas al año respectivamente).Como veremos pronto, la peligrosidad de una droga está en relación con factores farmacológicos y extrafarmacológicos. La distinción entre drogas blandas y duras expresa en realidad diferencias de tolerancia social y no es útil desde un punto de vista práctico.

Quizá la forma más práctica de clasificar las drogas es aquella que se refiere a sus efectos. Por un lado están los estimulantes: sustancias que activan el Sistema Nervioso Central (SNC) (cocaína, anfetaminas, cafeína...). Por otro están los depresores: drogas que disminuyen el grado de actividadad del SNC: alcohol, barbitúricos, benzodiacepinas, GHB... Finalmente hay un tercer grupo de sustancias que producen alteraciones perceptivas, los psicodélicos (mal llamados alucinógenos): LSD, psilocibina, ketamina... La clasificación de Goldstein da una idea bastante exacta de las principales familias de drogas clasificadas según sus efectos (Tabla 2).

1.- Dependencia. Abstinencia. Craving. Tolerancia:

Una de las características más importantes de algunas drogas de abuso es su capacidad para producir problemas de dependencia. Hábito, adicción, drogodependencia, drogadicción.. términos coloquiales utilizados para lo que el manual DSM-IV define como dependencia a sustancias: conjunto de síntomas cognoscitivos, comportamentales y fisiológicos que indican que un individuo continúa consumiendo una sustancia a pesar de la aparición de problemas significativos relacionados con ella. En el paciente dependiente existe un patrón de autoadministración repetida que a menudo lleva a la tolerancia, síntomas de

abstinencia y a una ingestión compulsiva de la sustancia. La Tabla 3 resume los criterios diagnósticos DSM-IV para dependencia de sustancias. En resumen, el individuo ha perdido el control sobre la sustancia y su consumo se convierte en la máxima prioridad en su vida, abandonando otros aspectos.

Hasta hace pocos años algunos autores distinguían entre dependencia física y dependencia psicológica. En realidad, esta distinción no tiene mucho sentido, ya que son dos procesos que van íntimamente ligados y todos los fenómenos psicológicos tienen una base orgánica en el SNC. Pero la dependencia física o fisiológica se relaciona con el síndrome de abstinencia mientras que la dependencia psicológica está en relación con el fenómeno de craving.

El síndrome de abstinencia es el conjunto de signos y síntomas que aparecen al cesar bruscamente el consumo de una sustancia, y que desaparece al volverla a consumir. Los cambios neuroadaptativos que se producen en el SNC como consecuencia de la administración habitual de algunas drogas de abuso es la base fisiológica de este fenómeno. En general, son necesarios varias semanas o meses de administración cotidiana para producir cambios neuroadaptativos que desencadenen un síndrome de abstinencia si se deja de utilizar la droga de forma brusca. Estos síntomas producen malestar y llevan al individuo a recaer en el consumo para aliviarlos o evitar su aparición. El síndrome de abstinencia debe diferenciarse del fenómeno de rebote (aparición de sintomatología al abandonar un tratamiento de forma brusca, p: corticoides).

El término inglés craving hace referencia a un deseo extremadamente intenso e irrefrenable de autoadministrarse una sustancia. Algunas drogas como el alcohol, el tabaco o la cocaína tienen más facilidad para provocar este fenómeno en personas dependientes o consumidores habituales. El craving puede aparecer semanas o meses después de haber abandonado el consumo y superado el síndrome de abstinencia agudo.

Se denomina tolerancia a la necesidad progresiva de administrar cantidades crecientes de una sustancia para conseguir el efecto deseado. Otra forma de definir este concepto es el efecto obtenido tras la administración de una misma cantidad de sustancia, que disminuye claramente con el consumo continuado. La tolerancia obliga a incrementar la dosis para alcanzar el mismo efecto. En ocasiones puede presentarse un fenómeno contrario al de la tolerancia: tolerancia inversa. La respuesta a una pequeña

TABLA 1:PRINCIPALES SUSTANCIAS INCLUIDAS EN LAS LISTAS DE

FISCALIZACION DE LA ONU, 1971

Lista I Dietilamida de ácido lisérgico (LSD), cannabis, éxtasis y derivados (3,4- metilendioximetanfetamina (MDMA), 3,4-metilendioxianfetamina (MDA), 3,4-metilendioxietilanfetamina (MDEA)...), psilocibina, gamma- hidroxibutirato (GHB). Lista II Anfetaminas y derivados (anfetamina, metanfetamina, metilfenidato...), secobarbital, cocaína Lista III Algunos barbitúricos (amobarbital, ciclobarbital, pentabarbital) y derivados benzodiacepinicos (flunitrazepam) Lista IV Benzodiacepinas (alprazolam diacepam,oxacepam...), barbitúricos (secobarbital),zolpidem,

TABLA 2: PRINCIPALES FAMILIAS DE DROGAS (GOLDSTEIN, 2001)

Nicotina Tabaco Alcohol y sustancias relacionadas con efectos sedantes

Alcohol etílico (etanol) Sedantes Barbitúricos: pentobarbital, secobarbital... Benzodiacepinas: diacepam,alprazolam... Inhalantes: Disolventes (gasolina, acetona...), gases (óxido nitroso, nitrito de amilo (poppers) ) Otros: gamma-hidroxibutirato (GHB, éxtasis líquido) Cocaína y anfetaminas

Cocaína Anfetaminas: Dextroanfetamina, metanfetamina, efedrina, cationina, metilfenidato... Anorexígenos: Fenfluramina, fentermina, mazindol Drogas de síntesis Anfetaminas entactágenas 3,4-metilendioximetanfetamina (MDMA, éxtasis) 3,4-metilendioxianfetamina (MDA) 3,4-metilendioxietilanfetamina (MDE) Anfetaminas alucinógenas (derivados metoxi) 4-bromo-2,5-dimetoxianfetamina (DOB) 2,4,5-trimetoxianfetamina (TMA-2) Para-metoxianfetamina (PMA) Cannabis Tetrahidrocannabinol (THC) Cafeína Metilxantinas: cafeína, teofilina, teobromina Psicodélicos Derivados del ácido lisérgico : dietilamida del ácido lisérgico (LSD.-25) Triptaminas sustituidas: psilocibina, dimetiltriptamina (DMT), muscimol Feniletilaminas: mescalina, anfetaminas alucinógenas Arilcicloalquilaminas: fenciclidina (PCP), ketamina (Special K) Esteroides anabolizantes

Andrógenos: testosterona, estanozolol, nandrolona

TABLA 3: CRITERIOS DSM-IV PARA LA DEPENDENCIA DE SUSTANCIAS:

Un patrón desadaptativo de consumo de la sustancia que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativo, expresado por tres ( o mas ) de los items siguientes en algún momento de un periodo continuado de 12 meses:

1.- TOLERANCIA: Definida como: (a) necesidad de cantidades marcadamente crecientes de la sustancia para conseguir la intoxicación o efecto deseado (b) el efecto de las mismas cantidades de sustancia disminuye claramente con su consumo continuado 2.- ABSTINENCIA: definida como: (a) el síndrome de abstinencia característico para la sustancia (b) se toma la misma sustancia (o una muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia 3.- La sustancia es tomada con frecuencia en cantidades mayores o durante un periodo de tiempo más largo de lo que inicialmente se pretendía 4.- Existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de la sustancia 5.- Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la sustancia (p: visitar a varios médicos o desplazarse largas distancias), en el consumo de la sustancia ( p. ej: fumar un pitillo tras otro) o en la recuperación de los efectos de la sustancia 6.- Reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de la sustancia. 7.- Se continúa tomando la sustancia a pesar de tener conciencia de problemas psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o exacerbados por el consumo de la sustancia (p: consumo de cocaína a pesar de saber que provoca depresión, ingesta continuada de alcohol a pesar de que empeora una úlcera...)

TABLA 4: DIAGNOSTICOS RECONOCIDOS EN EL DSM-IV PARA DROGAS

Dependencia Intoxicación Abstinencia Alcohol X X X Nicotina X X Cafeína X Cannabis X X X Cocaína X X X Opiáceos X X X Alucinógenos (psicodélicos) X X X

Bibliografía recomendada:

Baños Diez J., Farré Albaladejo M. Principios de Farmacología Clínica. Bases científicas de la utilización de medicamentos. Ed. Masson, Barcelona 2002

Cami J, Farre M. Drug addiction. N Engl J Med. 2003 Sep 4;349(10):975-

Escohotado A Historia General de las Drogas Ed. Espasa Calpe. Barcelona, 2005

2: EPIDEMIOLOGÍA

2.- Uso de drogas en población general:

En población general (la comprendida entre 15 y 64 años) las drogas legales son las que presentan mayores prevalencias de consumo. El alcohol es el psicoactivo de consumo más extendido en España. En 2003 un 48,2% de la población había tomado semanalmente bebidas alcohólicas y un 21,2% decía haber experimentado al menos una intoxicación etílica importante en el último año. Por otra parte, en los 30 días previos, un 14,1% había consumido diariamente bebidas alcohólicas y un 5,3% presentaba criterios de “bebedor de riesgo” (hombres con un consumo de 50 cc de alcohol puro/día o más y a las mujeres con 30cc/día o más). Las bebidas de consumo más extendido fueron la cerveza, el vino y los combinados por este orden, tanto en fines de semana como en días laborables. El tabaco es la segunda droga en cuanto a prevalencia de consumo. En 2003 un 35,1% de la población general fumaba tabaco diariamente. Por grupos de edad, la prevalencia de consumo diario más elevada correspondía a los hombres de 35-64 años (43,7%).El número medio de cigarrillos consumidos diariamente por los fumadores habituales es de 15,7 (si bien un 46,1% fuma 20 cigarrillos/día o más). Con respecto a las drogas ilegales, los derivados del cannabis (hachís, marihuana) son las drogas ilegales de consumo más prevalentes: En 2003, un 29% de los españoles entre 15 y 64 años las había consumido alguna vez en la vida; un 11,3% en los últimos 12 meses; un 7,6% alguna vez en los últimos 30 días y un 1% a diario en este último período. El resto de las drogas ilegales (cocaína, anfetaminas, éxtasis y derivados, alucinógenos) presentan prevalencias de consumo significativamente inferiores en población general. Conviene destacar la diferencia entre el consumo experimental (“alguna vez en la vida”) y el habitual (que se correlaciona con el indicador “alguna vez en el último mes”) (Gráfico 1). Para todas las drogas, las prevalencias de consumo en el grupo de edad entre adultos jóvenes (15-34 años) son mucho más elevadas que entre las personas de mayor edad (35-64). Por ejemplo, las prevalencias de consumo experimental de cannabis, cocaína y éxtasis son del 20,1%, 4,8%, 8,3% en el primer grupo frente al 4,2%, 0,9%, 1,6% en el segundo.

2.-Evolución en las pautas de consumo:

Con respecto al alcohol, en la población de 15-64 años se aprecia una tendencia a la estabilización en el consumo. Entre los estudiantes de Enseñanzas Secundarias de 14-18 años ha aumentado el consumo intenso, que suele centrarse en el fin de semana. En este grupo destaca la sustitución del patrón de consumo tradicional mediterráneo (uso habitual de cantidades moderadas de bebidas de baja graduación en entorno familiar) por usos menos frecuentes, centrados en el fin de semana, pero en el que se utilizan grandes cantidades de bebidas de alta graduación. Entre los estudiantes, la prevalencia de intoxicaciones etílicas en los 30 días previos a la encuesta pasó de 20,7% en 1994 a 34,8% en 2004 y la proporción de bebedores de riesgo en esos 30 días de 8,6% en 1996 a1 12,3% en 2004. Las prevalencias de consumo de tabaco no muestran un descenso claro y mantenido. Entre los estudiantes de 14-18 años el consumo se ha mantenido prácticamente estable entre 1994 y 2004, aunque se aprecia un leve descenso entre los de 14 y 16. Es posible que las recientes reformas legislativas en nuestro país en relación con el consumo de tabaco puedan tener influencias a nivel epidemiológico, aunque es pronto para poder evaluar la eficacia de estas medidas. La cocaína y el cannabis son las dos drogas cuyas prevalencias de consumo han aumentado de forma más clara en la última década. Este incremento se observa en todos los segmentos de población pero es más acusado entre los adolescentes y jóvenes (Gráficos 3 y 4). La disponibilidad percibida de estas dos sustancias es también elevada: un 70% de las personas entre 15 y 34 años afirman que es “fácil o muy fácil” conseguir hachís o marihuana (53% para la cocaína). El consumo de éxtasis, anfetaminas y alucinógenos se mantiene estable, sin que pueda apreciarse una tendencia clara. A nivel general las prevalencias de consumo de estas sustancias es bajo, pero su uso es entre 4 y 8 veces más frecuente en jóvenes (15-34 años) que en personas entre 35 y 64. El patrón de consumo más habitual de estas sustancias es el ocasional o esporádico, asociado a espacios de ocio y en el seno de policonsumo de distintas sustancias.

2.-Edad media al inicio:

Los datos que nos ofrecen los estudios y encuestas del Plan Nacional sobre Drogas se presentan en la Tabla 1. Los rangos de edad de las encuestas dificultan su interpretación: la Encuesta Escolar estima una edad de inicio inferior a la encuesta general, ya que el rango de edad de los encuestados se encuentra entre los 14 y los 18 años. Considerado en conjunto estos estudios y otros más específicos (encuestas a población juvenil con rango de edades más amplios, encuestas a jóvenes en edad de servicio militar..), podemos concluír que las drogas de inicio más precoz son, por este orden, el tabaco, el alcohol y el cannabis. El resto de las drogas ilegales presentan una edad media de inicio al consumo más elevada.

La edad media de inicio al consumo se ha mantenido estable durante la última década. (Gráfico 5). Tanto en población general como en población escolar, l las variaciones son pequeñas y de significación estadística desconocida. Una disminución importante en este indicador constituiría una variable epidemiológica de importancia, ya que el contacto precoz con cualquier droga se asocia a una mayor probabilidad de aparición de problemas como abuso o dependencia.

2.- Diferencias de género: De forma general, las prevalencias de consumo en todas las sustancias y en todos los rangos de edad son más elevadas en varones que en mujeres. La edad de inicio también suele ser más baja entre los varones. Las diferencias son menos acusadas en alcohol, tabaco y cannabis, y entre la población más joven.

Sin embargo existen algunas excepciones de importancia: Las diferencias de género en consumo de tabaco han disminuido en la última década. El mayor incremento de consumo diario de tabaco entre 1997 y 2003 (del 19,1% al 27%) corresponde al grupo de mujeres entre 35 y 64 años. Por otra parte y en el grupo de 14 a 18 años, el consumo de tabaco es diez puntos mayor en mujeres que en varones. Este cambio epidemiológico puede tener importantes consecuencias sanitarias en el futuro. Por otra parte, el uso de hiposedantes sin receta médica es también más prevalente entre mujeres que entre varones en cualquier edad, incluso en población escolar de 14 a 18 años.

sobreestimada ya que una parte importante de estos tratamientos están relacionados con sanciones administrativas por consumo/tenencia de esta sustancia en la vía pública. Sin embargo, tanto en el caso del cannabis como en el de otras drogas de uso recreativo, su uso habitual puede dar lugar a distintos problemas de tipo sanitario. Muchos de estos problemas pasan desapercibidos y el ámbito de Atención Primaria constituye un marco idóneo para su abordaje.

2.-Datos sobre otras sustancias:

Existen datos indirectos acerca del consumo de otras drogas. Algunas de ellas son de reciente incorporación al mercado. Otras presentan bajas prevalencias de consumo en población general, al menos por el momento. El conocimento de las tendencias minoritarias es importante de cara a valorar futuras estrategias de prevención e intervención. El consumo de clorhidrato de ketamina por vía intranasal asociado a espacios de ocio parece ir en aumento. El uso de esta sustancia con fines recreativos está suficientemente asentado al menos en algunas zonas del norte del Estado (País Vasco, Navarra, Asturias, Cantabria...) donde se trata de una sustancia relativamente accesible. El gamma-hidroxibutirato (GHB) es otra droga de síntesis cuyo uso en espacios recreativos se ha popularizado en los últimos años. Su fabricación a partir de precursores legales es sencilla y barata. Sin embargo, su estrecho margen recreativo a nivel farmacológico con la consiguiente elevada probabilidad de intoxicación hacen que sea una sustancia relativamente poco atractiva para muchos consumidores. Se han descrito casi doscientas feniletilaminas y triptaminas de síntesis con efectos estimulantes y psicodélicos. Algunas de ellas, como la 2C-B, 2C-I o la 5-MeO- DIPT se encuentran de forma ocasional en el mercado de las drogas ilegales. Por el momento se trata de un fenómeno muy minoritario. Aún así, no puede descartarse que alguna de estas sustancias adquiera popularidad y se convierta en un fenómeno de consumo masivo. El uso psiconáutico (con fines de autoexploración o crecimiento personal) de plantas nativas de Latinoamérica con propiedades psicodélicas ( ayahuasca, peyote, Salvia divinorum...) es también un fenómeno reducido a círculos restringidos.

El uso de cocaína en base (crack) y metanfetamina en base fumadas o inyectadas son un fenómeno creciente en población marginal de EE. y algunos países europeos. Aunque en nuestro país esta pauta de consumo es todavía minoritaria, es importante prestar atención a su evolución debido a las graves consecuencias sanitarias de estas formas de consumo.

Bibliografía:

Encuesta domiciliaria sobre abuso de drogas en España 2003. Dirección General del Plan Nacional Sobre Drogas (DGPNSD). Observatorio español sobre drogas (OED). Madrid, 2004 URL disponible en : pnsd.msc/Categoria2/observa/pdf/domiciliaria2003.pdf 

Encuesta estatal sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias 2004.ón General del Plan Nacional Sobre Drogas (DGPNSD). Observatorio español sobre

drogas (OED). Madrid, 2004

URL disponible en: pnsd.msc/Categoria2/observa/pdf/escolar2004.pdf

Informe 2004. Dirección General del Plan Nacional Sobre Drogas (DGPNSD).

Observatorio español sobre drogas (OED). Madrid, 2004

URL disponible en: pnsd.msc/Categoria2/publica/pdf/oed-2004.pdf

Informe Anual 2006. Observatorio Europeo de la Droga y las Toxicomanías (OEDT). Luxemburgo, 2005. URL disponible en:

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Fernando Caudevilla Gálligo
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