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Teorias empendimiento

Teorías del emprendimiento
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Teoria d ela argumentacion oral y escrita (H1209)

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Universidad del Atlántico

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         ISSN 0798 1015

Vol. 41 (Nº 07) Año 2020. Pág. 7

Teorías de emprendimiento: revisión

crítica de la literatura y sugerencias

para futuras investigaciones

Entrepreneurship theories: A critical review of the literature and

future research suggestions

TERÁN-YÉPEZ, Eduardo F. 1 y GUERRERO-MORA, Andrea M. 2

Recibido: 30/09/2019 • Aprobado: 11/01/2020 • Publicado 05/03/

Contenido
  1. Introducción
  2. Metodología
  3. Resultados
  4. Análisis crítico y futuras líneas de investigación
  5. Conclusiones Referencias bibliográficas

RESUMEN: Esta investigación tiene como objetivo llevar a cabo una revisión de la literatura acerca de la naturaleza multidisciplinaria de las diferentes teorías del emprendimiento. Bajo un enfoque metodológico de tipo descriptivo y con diseño documental, esta investigación explora, resume y evalúa 26 teorías de emprendimiento, clasificándolas en cuatro corrientes principales de investigación. Como resultado se presenta una revisión crítica bien fundamentada hacia las distintas limitaciones de estas teorías lo cual permita sugerir algunas líneas futuras de investigación. Palabras clave: Teorías de emprendimiento, revisión crítica, direcciones futuras de investigación

ABSTRACT: This research aims to carry out a literature review about the multidisciplinary nature of the different entrepreneurship theories. Under a descriptive methodological approach and with documentary design, this research explores, summarizes and evaluates 26 theories of entrepreneurship, classifying them into four main currents of research. As a result, a well-founded critical review of the different limitations of these theories is presented which makes it possible to suggest some future research lines. Keywords: Entrepreneurship theories, critical review, future research directions

1. Introducción

Desde que Richard Cantillon introdujo el término <emprendimiento= por primera vez en el año 1755, este campo se ha estudiado desde diversas perspectivas teóricas, tales como: la economía, la sociología, la psicología, la antropología, la ciencia política, la administración de empresas, la historia, entre otras (Shane & Venkataraman, 2000; Terán-Yépez, 2018). Diversas teorías han sido presentadas con la finalidad de explicar el fenómeno emprendedor desde estas distintas perspectivas teóricas (Moroz & Hindle, 2012; Welter, Gartner & Wright, 2016), lo cual ha generado controversia entre teóricos y académicos durante varios siglos (Cherukara & Manalel, 2011; Simpeh, 2011; Terán-Yépez, 2018).

Después de su aparición inicial en el campo de la economía a mediados del siglo XVIII (Kruger, 2004; Landström, 2005), el estudio del emprendimiento desapareció por largo tiempo de la atención de los economistas, hasta su reaparición más de medio siglo después

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(aproximadamente en 1860) en la economía neo-clásica (Petuškienė & Glinskienė, 2017). Diferentes economistas entre 1880 y 1940 enfatizaron diversas facetas del emprendimiento, sin embargo, todos ellos coinciden en que, en esencia, el emprendimiento implica un juicio, es decir implica la toma de decisiones ante incertidumbre (Cherukara & Manalel, 2011).

A medida que prevalecía esta tendencia, los economistas han ido incluyendo el papel del empresario innovador en sus teorías, sin embargo, cuando los economistas encontraron desorden filosófico, el bastón del concepto de emprendimiento, fue tomado por sociólogos y psicólogos a mediados del siglo XX (Landstrom, 1998). El progreso de los sociólogos y psicólogos en la teorización del emprendimiento no ha sido tan organizado como el de los economistas debido a las diferencias en la metodología elegida en las diferentes ciencias, así como a los diferentes aspectos del mismo tema que ven diferentes científicos (Terán-Yépez, 2018). Eso sí, los aspectos conductuales y sociales son ajenos a los economistas, y es ahí donde los psicólogos y los sociólogos realizaron sus mayores contribuciones principalmente entre 1950 y 1970 (Landstrom, 1998). Por otro lado, desde el año 1985 en adelante, la investigación sobre este campo se ha caracterizado principalmente por intentar entender como el emprendimiento está directamente relacionado con las gestión y economía de las PYMES (Landström, 2005).

En resumen, si bien los economistas fueron los primeros en investigar los problemas del emprendimiento, desde mediados del siglo XX el fenómeno del emprendimiento se convirtió en un tema relevante de investigación de diferentes áreas de la ciencia, obteniendo como resultado un auge de teorías para explicar el fenómeno emprendedor desde distintas perspectivas (Petuškienė & Glinskienė, 2017), la cual ocasiona que este campo de investigación carezca de una teoría clara y sólida (Terán-Yépez, 2018).

Si bien es cierto, que el concepto de emprendimiento nunca estuvo completamente fuera del escenario principal, se puede decir que después de un largo período de <semi-olvido=, el interés académico por el campo del emprendimiento y por el estudio del emprendedor como individuo ha resurgido en las últimas dos décadas y media (Cassis & Minoglou, 2005; Shane, 2012). Este resurgimiento está relacionado con la reactivación de las pequeñas empresas y el surgimiento de una <cultura emprendedora= a nivel mundial (Shane & Venkataraman, 2000; Audretsch, 2012).

En el contexto dado, el objetivo de este artículo es revisar, resumir y evaluar de manera crítica la naturaleza multidisciplinaria de las diferentes teorías de emprendimiento, con el fin de: (1) presentar una documento bien fundamentado sobre la evolución varias teorías sobre el tema <controvertido= de emprendimiento desde los diferentes puntos de vista de diferentes generaciones y escuelas de científicos sociales, (2) facilitar a los investigadores la integración de diversos puntos de vista, que permitan encontrar si hay algún denominador común dentro de la diversidad de la literatura emprendedora e (3) identificar gaps específicos dentro del campo del emprendimiento que aún no hayan sido estudiados y que pudieran servir como base para unificar conceptos que hayan sido presentados en el pasado.

Con el fin de lograr este propósito y entendiendo que la investigación de estas teorías que explican el fenómeno emprendedor siguen siendo importantes para el desarrollo de este campo, bajo un enfoque metodológico de tipo descriptivo y con diseño documental, en este estudio se clasifican 26 teorías de emprendimiento en cuatro grandes corrientes principales (Teorías de Emprendimiento Económico, Teorías de Emprendimiento Psicológico, Teorías de Emprendimiento Sociológico y Teorías de Emprendimiento de la Gestión Empresarial). Posteriormente, se resumen los principales postulados, cada una de las 26 teorías de emprendimiento, con el fin de analizar detenidamente la naturaleza multidisciplinaria del espíritu emprendedor. Finalmente, se establece una crítica constructiva acerca de las limitaciones de estas y se sugieren diversas líneas futuras de investigación.

1. Principales corrientes para la investigación del fenómeno

emprendedor

De acuerdo con Kruger (2004) y Landström (2005) los fundadores de la teoría del emprendimiento fueron Richard Cantillon (1755) y Jean Baptiste Say (1803). Cantillon (1755) fue el primero en colocar la función emprendedora en el campo de la economía, definiendo al emprendedor como un individuo que asume el riesgo de comprar un producto a un precio determinado y de venderlo a un precio incierto, además argumentó que los emprendedores estaban directamente involucrados en el equilibrio de la oferta y la demanda (Cherukara & Manalel, 2011). En el año 1803, en plena revolución industrial, Say amplió la definición de emprendedor, incluyendo la posesión de habilidades gerenciales, ya que él argumentaba que un

Para lograr el objetivo propuesto, desde el punto de vista metodológico, esta investigación se llevó a cabo a través de un enfoque descriptivo y con diseño documental (Zapata Rotundo & Hernández Arias, 2018). En líneas generales, se utilizaron diversos métodos de investigación, tales como, análisis literario, síntesis y métodos de inducción y deducción.

  1. El proceso de investigación inició con una recopilación de diversas teorías de emprendimiento. Este proceso se llevó a cabo a través de la selección de 10 libros especializados en la temática en estudio, con la finalidad de realizar una identificación exhaustiva de las teorías de emprendimiento previamente establecidas en la literatura. De esta búsqueda se hallaron un total de 77 teorías de emprendimiento. El protocolo de selección final de las teorías a ser estudiadas en esta investigación se llevó a cabo a través de la búsqueda de la cantidad de veces que han sido utilizadas (mencionadas) cada una de las teorías dentro de las dos bases de datos más potentes a nivel mundial para la búsqueda de artículos científicos, Scopus y Web of Science. Todas las teorías que hayan sido utilizadas en más de 10 artículos han sido consideradas; dando como muestra final un total de 26 teorías de emprendimiento.

  2. En una segunda etapa, se clasificaron estas 26 teorías en las 4 corrientes principales de investigación propuestas por Stevenson y Jarillo (2000) y Chu (1998), según su enfoque y los problemas de investigación cada una pretende responder.

  3. En una tercera etapa, se presenta los principales postulados de cada una de las 26 teorías seleccionadas.

  4. Finalmente, se llevó a cabo un análisis crítico de las diversas teorías.

3. Resultados

Una vez aplicada la metodología establecida, en la Tabla 2 se presenta un resumen de las teorías de emprendimiento según la corriente principal a la que pertenecen, mientras que en la Tablas 3, 4, 5 y 6 se presenta una revisión de los principales postulados de cada una de estas.

El análisis realizado, permite afirmar que en general las teorías sobre emprendimiento desde un punto de vista económico exploran los factores económicos que mejoran el comportamiento emprendedor (Simpeh, 2011). Es decir, intentan encontrar explicación al vínculo entre el espíritu emprendedor y las ganancias de la empresa (Terán-Yépez, 2018). Por su parte, en las teorías psicológicas el nivel de análisis es el emprendedor como individuo (Chu, 1998). Estas teorías enfatizan las características personales que definen el emprendimiento afirmando que ciertos atributos actitudinales y psicológicos diferencian a los emprendedores de los no emprendedores y a los emprendedores exitosos de los que no lo son (Landstrom, 1998; Mohanty, 2006).

Las teorías sociológicas por su lado se centran en el contexto social, cultural y religioso (Terán- Yépez, 2018), en otras palabras, el nivel de análisis es tradicionalmente el origen, desarrollo, costumbres y creencias de la comunidad (Landstrom, 1998; Mohanty, 2006). Finalmente, las teorías del emprendimiento desde el punto de vista de la Gestión Empresarial, identifican a la explotación de oportunidades y de recursos como los detonantes del fenómeno emprendedor (Simpeh, 2011), asegurando que la búsqueda de oportunidades (Stevenson & Harmeling, 1990) y el acceso a los recursos financieros, de capital social y de capital humano (Davidsson & Honig, 2003) mejora la capacidad de los emprendedores para la gestión empresarial.

Tabla 2 Resumen de las teorías de emprendimiento según corrientes principales

Teorías del emprendimiento desde el punto de vista económico

Teorías del emprendimiento desde el punto de vista psicológico

Teorías del emprendimiento desde el punto de vista sociológico [ 3 ]

Teorías del emprendimiento desde el punto de vista de la gestión empresarial

Teoría clásica Teoría de los Rasgos depersonalidad Teoría de las creenciasreligiosas Teoría basada enoportunidades

Teoría neo-clásica Lugar de Control Teoría de la oferta emprendedora

Teorías basadas en los recursos [ 4 ]

Teoría de Schumpeter de Teoría de la necesidad de Teoría del cambio social Teoría del capital

la innovación logro financiero y liquidez

Teoría de la Eficiencia-X de Leibenstein

Teoría del ingenio personal

Teoría del patrón de nivel de grupo

Teoría del capital social o de la red social

Teoría de Mark Casson Teoría de Hoselitz Teoría del emprendimiento del capital humano

Teoría de Papanek y Harris

Teoría de Stoke

Teoría de Harvard School Teoría Antropológica

Teoría de ajuste de Kirzner

Teoría del beneficio de Knight

Teoría del equilibrio de mercado de Hayek

Fuente: Elaboración propia


Tabla 3 Teorías del emprendimiento desde el punto de vista de la Economía

Teorías Principales postulados

Teoría clásica

Esta teoría exaltó las virtudes del libre comercio, la especialización y la competencia. Además describió la función directiva del emprendedor en el contexto de la producción y la distribución de bienes en un mercado competitivo (Ricardo, 1817; Smith, 1776; Say, 1803). La teoría clásica recibió ciertas críticas, ya que se argumentaba que estos teóricos no explicaron la agitación dinámica generada por los emprendedores de la era industrial (Murphy, Liao & Welsch, 2006).

Teoría neo-clásica

De las críticas realizadas al modelo clásico surgió la teoría neo-clásica. Esta argumentaba que la importancia del intercambio junto con la disminución de la utilidad marginal creó suficiente impulso para el emprendimiento (Murphy et al., 2006). El movimiento neoclásico también recibió algunas críticas; por ejemplo se argumentó que la demanda agregada ignora la singularidad de la actividad emprendedora a nivel individual y que la competencia perfecta no permite ni la innovación ni la actividad emprendedora (Simpeh, 2011).

Teoría de Schumpeter de la innovación

Estas críticas realizadas al movimiento neoclásico llevaron a un nuevo movimiento, que se hizo conocido como el Proceso de Mercado de Austria (AMP, por sus siglas en inglés). El AMP, un modelo influenciado por Schumpeter (1934) describió la iniciativa emprendedora como un motor de los sistemas basados en el mercado. Además explico que la innovación abarca la resolución de problemas y enfatizo al emprendedor como un solucionador de problemas. En su opinión, el concepto de una nueva combinación que conduzca a la innovación cubre los siguientes cinco casos: (1) nuevos bienes y/o servicios, (2) nuevo método de producción, (3) nuevo mercado, (4) nueva fuente de suministro de materias primas y (5) nueva organización (Mohanty, 2006).

Teoría de la Eficiencia-X de Leibenstein

Harvey Leibenstein (1966) propuso la teoría de la <Eficiencia-X= que popularmente se llama < Gap Filling Theory =. Según Leibenstein (1966), las funciones

Teoría de los rasgos de personalidad

Coon (2004) define los rasgos de personalidad como < cualidades estables que una persona muestra en la mayoría de las situaciones =. Para los teóricos del rasgo existen cualidades innatas perdurables o potenciales del individuo que naturalmente lo hacen un emprendedor. Algunas de las características o comportamientos asociados con los emprendedores son que tienden a ser más impulsados por las oportunidades, demuestran un alto nivel de creatividad e innovación y muestran un alto nivel de habilidades de gestión y conocimiento empresarial. También se ha descubierto que son optimistas, son emocionalmente resilientes [ 5 ] y tienen energía mental, son trabajadores duros, muestran un intenso compromiso y perseverancia, prosperan en el deseo competitivo de sobresalir (Simpeh, 2011).

Lugar de Control

Rotter (1966), se refiere al Lugar de Control como una creencia sobre si los resultados de nuestras acciones dependen de lo que hacemos (orientación de control interno) o de eventos fuera de nuestro control personal (orientación de control externo). En este contexto, el éxito del emprendedor proviene de sus propias habilidades y también del apoyo del exterior (Bonnett & Furnham, 1991). Mientras que las personas con un Lugar de Control interno creen que son capaces de controlar los eventos de la vida, las personas con un Lugar de Control externo creen que los eventos de la vida son el resultado de factores externos, como el azar, la suerte o el destino (Cromie, 2000, Koh, 1996).

Teoría de la necesidad de logro

La teoría de la necesidad del logro desarrollada por McClelland (1961) explica que los seres humanos tienen necesidad de tener éxito. Los emprendedores son impulsados por esta necesidad de lograr sobresalir (Pervin, 1980; Johnson, 1990). Según Shaver y Scott (1991) la necesidad de logro puede ser el único factor personal convincente relacionado con la creación de una nueva empresa. La evidencia adicional sugiere que algunos emprendedores exhiben un comportamiento levemente amante del riesgo (Brockhaus, 1980). Estas personas prefieren los riesgos y desafíos de aventurarse a la seguridad de un ingreso estable (Eisenhauer, 1995).

Teoría del ingenio personal

El ingenio personal es un factor crítico para el crecimiento y desarrollo de la iniciativa emprendedora. La teoría del ingenio personal tiene las siguientes implicaciones en cuanto a la oferta de emprendedores en la sociedad: (1) función cognitiva: la teoría presupone que las actividades realizadas por los individuos que requieren un comportamiento cognitivo mediado como emociones, sentimientos internos, pensamientos y acciones que se valoran completamente de la situación y el conocimiento, está sombreado por el riesgo y la participación motivacional; (2) aspectos humanos de la psicología: diferentes aspectos de la psicología como la volición humana, la innovación, la construcción de la organización, la voluntad de poder, la voluntad de conquistar, etc. influyen en el espíritu emprendedor (Bygrave & Hoffer, 1991; Mohanty, 2006).

Fuente: Elaboración propia en base a una recopilación de múltiples publicaciones

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Tabla 5 Teorías del emprendimiento desde el punto de vista de la Sociología

Teorías Principales postulados

Teoría de las creencias religiosas

Según Max Weber (1947), el emprendimiento es una función de las creencias religiosas y el impacto de la religión da forma a la cultura emprendedora. Las características sobresalientes de su teoría son: (1) el espíritu del capitalismo es el factor que guía al emprendedor a involucrarse en actividades que pueden generar más y más ganancias, (2) el espíritu aventurero se ve afectado por la fuerza del impulso, (3) la actitud protestante puede ser proporcionada por la ética protestante independientemente de su origen cultural, tipo de personalidad y experiencias en la

sociedad y (4) incentivo de ganancias: el principio de los bajos precios y grandes volúmenes de negocios fue el mecanismo de los emprendedores para obtener ganancias (Akpor-Robaro, 2012; Akhter & Sumi, 2014).

Teoría de la oferta emprendedora

Thomas Cochran (1971) partiendo de la premisa de que los problemas fundamentales del desarrollo económico no son económicos, enfatiza los valores culturales, la expectativa de roles y las secciones sociales como los elementos clave que determinan la oferta de emprendedores. Según Pawar (2013) y Mohanty (2006) esta teoría presenta cinco postulados básicos. (1) El emprendedor es un modelo a seguir de la sociedad que representa la personalidad modal. (2) La personalidad modal es un derivado del condicionamiento social. (3) Las expectativas de rol y el rol emprendedor. (4) El <carácter interno= del emprendedor está condicionado por su crianza y su escolarización, común a los legados culturales. (5) La dinámica de los emprendedores lleva a empujar a los factores sociales para los principales cambios.

Teoría del cambio social

Según Hagen (1962) y Hamilton y Harper (1994), ciertos elementos que presuponen que la creatividad del emprendedor es el elemento clave de la transformación social y el crecimiento económico, son los siguientes: (1) su teoría revela un modelo general de la sociedad que considera la interrelación entre el entorno físico, la cultura social, la personalidad y la cultura, (2) considera al emprendedor como un creativo solucionador de problemas que genera un desarrollo económico que se mezcla con cambios políticos y sociales, (3) insistió en que se desalentara el síndrome del seguidor por parte del emprendedor, (4) el cambio social y el progreso tecnológico, lo que ha llevado a la aparición de una clase emprendedora de diferentes castas y comunidades, (5) retirada del estatus de respeto como el mecanismo para la actividad emprendedora rigurosa; cuando se produce la retirada del estado de respeto, conduce a cuatro respuestas diferentes y la creación de cuatro tipos de personalidad diferentes, a saber: (a) Retratador: Uno que constantemente hace su trabajo en la sociedad pero permanece indiferente a su propia posición; (b) Ritualista: alguien que adopta una especie de personalidad defensiva; (c) Reformista: Uno que inicia la rebelión e intenta establecer un nuevo orden en la sociedad; (d) Innovador: una persona creativa que convierte todas las probabilidades en oportunidades y es probable que se convierta en un emprendedor

Teoría del patrón de nivel de grupo

Young (1971) ha analizado detalladamente las deficiencias de la interpretación psicogenética del emprendimiento y sugirió una secuencia informal en la que los códigos de transformación son desarrollados por los grupos de solidaridad para mejorar su posición simbólica en su estructura más grande y así convertirse en emprendedores. Esta teoría argumenta que el emprendimiento es el producto de los antecedentes familiares, la experiencia y la exposición del individuo como miembro del grupo y como un reflejo de los valores generales (Mohanty, 2006; Pawar, 2013).

Teoría de Hoselitz

Hoselitz (1963) explica que la oferta de emprendimiento se rige por factores culturales y los grupos culturalmente minoritarios son las chispas del desarrollo económico-emprendedor. Esto se puede ver desde los siguientes puntos de vista, que son de naturaleza cultural: (1) los hombres marginales son la fuente del desarrollo de los emprendedores (Hoselitz, 1963), (2) los emprendedores deben poseer un liderazgo extraordinario y habilidades gerenciales que los llevarán a obtener ganancias (Lounsbury y Glynn, 2001) y (3) en varios países los talentos emprendedores se encuentran en personas con antecedentes socioeconómicos particulares (Hofstede, 1993; Bula, 2012).

Teoría de Stoke

La teoría de Stoke describe que es probable que el emprendimiento surja bajo sanciones sociales específicas, cultura social y acción económica. Stoke sugiere que las oportunidades personales y sociales y la presencia de distribuciones psicológicas requeridas se pueden ver como condiciones para que un movimiento individual se convierta en emprendimiento industrial (Mohanty, 2006).

del capital humano educación y experiencia (Becker, 1975). El conocimiento obtenido de la educación y la experiencia representa un recurso que se distribuye heterogéneamente entre los individuos y es central para comprender las diferencias en la identificación y explotación de oportunidades (Anderson & Miller, 2003; Gartner et al, 2004). Los estudios empíricos muestran que los factores de capital humano están positivamente relacionados con convertirse en un emprendedor naciente (Davidsson & Honig, 2003), aumentar el reconocimiento de oportunidades e incluso el éxito emprendedor (Anderson & Miller, 2003).

Fuente: Elaboración propia en base a una recopilación de múltiples publicaciones

El propósito de esta revisión de la literatura se realizó con la finalidad de examinar brevemente los principales postulados de las 26 teorías de emprendimiento seleccionadas para este estudio. A continuación se realizan ciertas observaciones, a manera de conclusiones, críticas y/o limitaciones sobre las diversas teorías presentadas, las cuales a su vez permiten sugerir ciertas futuras líneas de investigación.

4. Análisis crítico y futuras líneas de investigación

A lo largo del tiempo, diversos investigadores han propuesto múltiples teorías para explicar la diferencia entre los emprendedores y los no emprendedores. Algunos investigadores argumentan que estas diferencias se deben a las características que estos poseen (Kirzner, 1973; Coon, 2004), mientras que otra corriente afirma que los emprendedores se hacen producto de los antecedentes familiares y la experiencia previa (Young, 1971; Pawar, 2013).

En este sentido, al combinar las teorías dispares presentadas anteriormente, se puede desarrollar un conjunto general de cualidades que caracterizan a los emprendedores. En general, se puede decir que los emprendedores son portadores de riesgos (Knight, 1921), solucionadores de problemas (Schumpeter, 1934), coordinadores y organizadores (Say, 1803), llenadores de <huecos= (Leibenstein, 1966), líderes e innovadores (Schumpeter, 1934) o imitadores creativos (Coon, 2004).

Asimismo, los emprendedores deben tener imaginación (Casson, 1982), ser optimistas (Coon, 2004), poseen un estado de alerta a la información elevado (Kirzner, 1973), son capaces de lidiar con incertidumbre (Knight, 1921), son impulsados por las oportunidades (Coon, 2004) y son capaces de cumplir una función directiva en cuanto a la producción y distribución de bienes en un mercado competitivo (Say, 1803; Coon, 2004). Aunque esta lista de características no es exhaustiva en absoluto, puede ayudar a explicar por qué algunas personas se convierten en emprendedores mientras que otras no, o porque algunos se convierten en emprendedores exitosos y otros no. Sin embargo, en este ámbito aún queda mucho campo por investigar. En este sentido, es de primordial premura entender empíricamente que cualidades (rasgos de personalidad, aspectos cognitivos, etc.) son innatas de los emprendedores, ya que esto permitirá crear un perfil específico y claro de qué características posee un emprendedor para diferenciarlo de un no emprendedor.

Se puede matizar también, que diversas teorías de emprendimiento intentan vincular el espíritu emprendedor con las ganancias que el emprendimiento trae consigo (Papanek, 1962; Harris, 1970; Murphy et al., 2006).

Según Papanek (1962) y Harris (1970), el vínculo entre el emprendimiento y las ganancias es claro. El emprendimiento solo se hace presente cuando ciertas condiciones económicas son favorables y a su vez el emprendimiento impulsa el crecimiento económico. Sin embargo, Papanek y Harris no especifican que tipo de condiciones económicas promueve el desarrollo del emprendimiento. Solo argumentan que el desarrollo del espíritu emprendedor puede ser visto como una función de los incentivos económicos, en otras palabras, el vínculo entre el impulso interno y las ganancias dan lugar al desarrollo emprendedor. En un sentido similar, Kirzner (1973) afirma que el emprendimiento toma lugar cuando hay oportunidades de ganancia y que los emprendedores que actúan sobre estas oportunidades ayudan a equilibrar el mercado.

En enfoques más amplios sobre esta temática, Hagen (1962) argumenta que el emprendimiento no ayuda únicamente al crecimiento económico, sino que sirve como un factor elemental en la transformación social. Según Hamilton y Harper (1994) el emprendedor soluciona problemas a la vez que incentiva el desarrollo económico, lo cual a su vez tiene repercusiones en el ámbito sociopolítico. Asimismo, Mohanty (2006) afirma que la Teoría de Stoke promueve que el emprendimiento surge de acciones económicas específicas, que se juntan con la cultura social y

sanciones sociales específicas este sentido Por esta razón, sería interesante estudiar qué condiciones económicas, políticas y/ sociales propician el auge de emprendedores y el impacto de la inserción de estos en el mundo empresarial en los indicadores económicos y sociales de un sector, país, región y/o a nivel mundial.

Otros investigadores como Schumpeter (1934) resaltan la importancia de la innovación dentro del emprendimiento. Sin embargo, en su teoría Schumpeter no logra vincular el proceso de innovación y emprendimiento en una situación en la que se ha introducido un nuevo producto, proceso o servicio con la obtención de beneficios. Asimismo, la mayoría de teorías económicas (a excepción de la Teoría de Hayek (1948)), no toman en cuenta el concepto de punto de equilibrio, es decir que no todos los negocios obtienen ganancias inmediatamente desde el inicio. Algunos toman tiempo antes de que se alcance el punto de equilibrio y se obtengan los beneficios finales. Por lo tanto, en este punto cabría hacerse la siguiente pregunta como línea futura de investigación: ¿a partir de qué momento se debería comenzar a categorizar a un innovador como emprendedor? Si bien, de las investigaciones de Shane (2000, 2003) y Shane y Venkataraman (2000) se reconoce que la información le otorga al emprendedor el poder de aprovechar una oportunidad, estas formulaciones no logran describir los mecanismos de acceder a esta información y su implementación final al proceso de obtención de ganancias.

Así mismo, los expertos de la innovación argumentan que un experimento puede fallar, pero hay que seguir intentándolo hasta que se logre el éxito (Simpeh, 2011), ya que el espíritu emprendedor se basa en el compromiso, la paciencia, el optimismo, la perseverancia, el trabajo duro y la asunción de riesgos (Knight, 1921; Coon, 2004). De acuerdo a este análisis, se abre una nueva puerta para la investigación, ya que los teóricos del fenómeno emprendedor no clasifican a este tipo de innovador que experimenta y que algún día puede tener éxito en la obtención de beneficios y sería relevante el estudio de este tipo específico de emprendedores.

Por otro lado, debe matizarse que el análisis de Schumpeter (1934) se puede aplicar a los países que poseen una economía de libre mercado, ya que sus ciudadanos tienden a ser individualistas, aunque hay que aclarar que este enfoque ignora la existencia de la cultura (Mitchell et al., 2002) y la influencia psicológica (Coon, 2004) para los primeros pasos del proceso emprendedor y el éxito de la innovación propugnada en las escuelas psicológicas, sociales y sociológicas. Otras teorías han revelado que la cultura de la innovación es un requisito previo para el emprendimiento y la innovación es parte de la asunción de riesgos (Shane, 1994; Baskerville, 2003). En este sentido, North (1990) argumenta que hay que tener en cuenta los contextos sociales y culturales de cada emprendedor. Lo cual es lógico, ya que estos no nacen sino que hacen. Si los emprendedores nacen la lógica dictaría que la tasa de emprendimiento sea más o menos constante en cada país, sin embargo esto no es así (Renko, 2014). Por lo general, las tasas de emprendedores son más altas en los países donde la motivación por emprender se da por necesidad y no por oportunidad (Terán-Yépez & Guerrero-Mora, 2019).

Cabe destacar también que ciertas teorías sobre emprendimiento pueden aplicarse después del inicio de una empresa, ya que mencionan lo que sucede antes de la puesta en marcha de la misma, es decir no explican los primeros pasos del proceso emprendedor, como pueden ser la identificación y creación de oportunidades. La teoría presentada por Say (1803) por ejemplo, analiza al emprendedor como un <gerente= o <directivo=. Knight (1921) por su parte, define al emprendedor como un <agente de seguros=, que equilibra el mercado cuando hay un shock económico. Por otro lado, Kirzner (1973) propone que las economías nunca son estáticas y, por lo tanto, el punto de equilibrio nunca puede alcanzarse. Como se puede observar, en estos tres ejemplos, ninguna de estas teorías explica como una persona llega a ser un emprendedor y tampoco manifiesta como se desarrolla el antes y después de la puesta en marcha del negocio, por ende no se las puede considerar como teorías completas.

En definitiva, las teorías no económicas (sobre todo las sociológicas y psicológicas) intentan explicar que el comportamiento humano es complejo e impredecible (Coon, 2004; McClelland, 1961) y que no puede explicarse mediante un modelo que tiende a simplificar y omitir ciertos aspectos de la conducta, como las emociones (Bygrave & Hoffer, 1991), la religión (Weber, 1947) o aspectos cognitivos como la necesidad de logro (McClelland, 1961), que pueden no encajar bien en un modelo. Por lo tanto, los estudios que examinan los factores no económicos han puesto de manifiesto el hecho de que la mera provisión de insumos económicos puede no garantizar el éxito en emprendimientos empresariales (Weber, 1947; Mitchell et al., 2002), por lo cual se llama a los investigadores a que realicen mayor investigación en los factores organizativos y psicológicos que afectan al emprendimiento.

pasado se desarrollaron de manera aislada y (2) por otro lado, identificar gaps específicos de investigación dentro del fenómeno emprendedor que aún no hayan sido investigados, con el fin de crear un marco conceptual para el emprendimiento.

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  1. Licenciado Multilingüe en Negocios y Relaciones Internacionales. Máster en Comercio Exterior e Internacionalización de Empresas. Máster en Dirección y Economía de Empresas. Doctorando en Ciencias Económicas, Empresariales y Jurídicas en la Universidad de Almería. España. Correo-e: ety879@inlumine.ual
  2. Licenciada Multilingüe en Negocios y Relaciones Internacionales. Máster en Comercio Exterior e Internacionalización de Empresas. Máster en Dirección y Economía de Empresas. Doctoranda en Ciencias Económicas, Empresariales y Jurídicas en la Universidad de Almería. España. Correo-e: agm904@inlumine.ual
  3. Las teorías del emprendimiento desde el punto de vista sociológico, abarcan las teorías sociales, culturales y antropológicas.
  4. La teoría de emprendimiento basada en los recursos se divide en 3 teorías: Teoría del Capital financiero y liquidez; Teoría del capital social o de la red social y Teoría del emprendimiento del capital humano.
  5. La resiliencia se define como la capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a situaciones adversas (Iglesias, 2006).

Revista ESPACIOS. ISSN 0798 1015 Vol. 41 (Nº 07) Año 2020

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Vol. 41 (Nº 07) Año 2020. Pág. 7
Teorías de emprendimiento: revisión
crítica de la literatura y sugerencias
para futuras investigaciones
Entrepreneurship theories: A critical review of the literature and
future research suggestions
TERÁN-YÉPEZ, Eduardo F. 1 y GUERRERO-MORA, Andrea M. 2
Recibido: 30/09/2019 • Aprobado: 11/01/2020 • Publicado 05/03/2020
Contenido
1. Introducción
2. Metodología
3. Resultados
4. Análisis crítico y futuras líneas de investigación
5. Conclusiones
Referencias bibliográficas
RESUMEN:
Esta investigación tiene como objetivo llevar a cabo
una revisión de la literatura acerca de la naturaleza
multidisciplinaria de las diferentes teorías del
emprendimiento. Bajo un enfoque metodológico de
tipo descriptivo y con diseño documental, esta
investigación explora, resume y evalúa 26 teorías de
emprendimiento, clasificándolas en cuatro corrientes
principales de investigación. Como resultado se
presenta una revisión crítica bien fundamentada hacia
las distintas limitaciones de estas teorías lo cual
permita sugerir algunas líneas futuras de investigación.
Palabras clave: Teorías de emprendimiento, revisión
crítica, direcciones futuras de investigación
ABSTRACT:
This research aims to carry out a literature review
about the multidisciplinary nature of the different
entrepreneurship theories. Under a descriptive
methodological approach and with documentary
design, this research explores, summarizes and
evaluates 26 theories of entrepreneurship, classifying
them into four main currents of research. As a result, a
well-founded critical review of the different limitations
of these theories is presented which makes it possible
to suggest some future research lines.
Keywords: Entrepreneurship theories, critical review,
future research directions
1. Introducción
Desde que Richard Cantillon introdujo el término <emprendimiento= por primera vez en el año
1755, este campo se ha estudiado desde diversas perspectivas teóricas, tales como: la economía,
la sociología, la psicología, la antropología, la ciencia política, la administración de empresas, la
historia, entre otras (Shane & Venkataraman, 2000; Terán-Yépez, 2018). Diversas teorías han
sido presentadas con la finalidad de explicar el fenómeno emprendedor desde estas distintas
perspectivas teóricas (Moroz & Hindle, 2012; Welter, Gartner & Wright, 2016), lo cual ha generado
controversia entre teóricos y académicos durante varios siglos (Cherukara & Manalel, 2011;
Simpeh, 2011; Terán-Yépez, 2018).
Después de su aparición inicial en el campo de la economía a mediados del siglo XVIII (Kruger,
2004; Landström, 2005), el estudio del emprendimiento desapareció por largo tiempo de la
atención de los economistas, hasta su reaparición más de medio siglo después
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