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La incorporación ed Portugal a la Monarquia Católica
Asignatura: Política y Relaciones Internacionales en la Edad Moderna (101957)
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Universidad: Universidad de Salamanca
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La incorporación de Portugal a la Monarquía Católica
Portugal bajo la Casa de Austria —denominado por la historiografía portuguesa como Dinastía
filipina o Tercera Dinastía, o también denominada por la historiografía mundial como Unión
Ibérica— es el periodo histórico comprendido entre 1580 y 1640 en el que Portugal constituyó
una unión dinástica aeque principaliter1 junto con los demás dominios que componían la
Monarquía Hispánica bajo el mismo soberano de Casa de Austria, que fueron:
Felipe II de España (como Felipe I en Portugal) (r. 1580-1598)
Felipe III de España (como Felipe II en Portugal) (r. 1598-1621)
Felipe IV de España (como Felipe III en Portugal) (r. 1621-1640)2
La larga e intensa política matrimonial seguida por los últimos Trastámara y por sus sucesores
los Habsburgo con la casa portuguesa de Avis, dio fruto en tiempos de Felipe II.
La rama española de los Habsburgo ascendió al trono portugués en la crisis de sucesión
portuguesa de 1580 que se inició a raíz de la muerte sin descendientes del rey Sebastián I de
Portugal en la batalla de Alcazarquivir y de su sucesor y tío-abuelo Enrique I de Portugal. El
final de la línea directa de Juan III de Portugal arrojaba tres posibles opciones sucesorias:
Felipe II, hijo de Isabel de Portugal
La Duquesa de Braganza, Catalina de Portugal, nieta de Don Manuel el Afortunado
Antonio, prior de Crato, nieto de Manuel I el Afortunado (extramatrimonial)
A la muerte de Enrique I, el Prior de Crato se autoproclamó rey de Portugal el 24 de julio de
1580. Ante tal hecho, Felipe II reaccionó enviando a un ejército al mando de Fernando Álvarez
de Toledo y Pimentel, el Gran Duque de Alba, para luchar contra el Prior de Crato y reclamar
sus derechos al trono. No solo se hizo valer por sus derechos dinásticos como sucesor al trono si
no que también hizo valer su fuerza militar.
HAY QUE DESTACAR: A pesar de la rápida campaña militar, contó con un número
significativo de élites portuguesas, que veían en la unión con la monarquía la solución a la
difícil situación por la que atravesaba el reino, y al colapso del sistema de mercedes y beneficios
que se venía desarrollando desde el acceso al trono de la dinastía Avís. Además, con esta unión
se incrementarían las posibilidades de ver aumentadas sus rentas y prebendas al unirse con la
monarquía más poderosa del momento y beneficiarse del desempeño de cargos en la
administración, el gobierno y el ejército, o de su integración en la casa del rey.
La nobleza y el alto clero apoyaba a Felipe II, la burguesía ligada al comercio
transatlántico también se inclinaba por un rey fuerte que preservara el imperio
portugués de los ataque ingleses y holandeses.
El pueblo llano apoyaba al prior de Crato (solución nacional), el cual exigía el
cumplimiento de las leyes que exigían que el rey de Portugal fuera una persona nacida
en Portugal.
1 Aeque principaliter (traducida como: «igualmente importantes») es una expresión latina usada por la
Santa Sede para indicar la unión de dos o más diócesis (u otras Iglesias particulares locales), cuando para
evitar problemas de predominio entre ellas, se les da la misma importancia. La expresión se utiliza
también para referirse a algunas uniones entre monarquías.
2 Desde 1640 Felipe IV siguió siendo rey de Portugal en Ceuta, que fue incorporada a la Corona de
Castilla en 1656, y continuó intitulándose rey de Portugal, como su hijo Carlos II, hasta la renuncia de los
títulos portugueses en el Tratado de Lisboa (1668)